miércoles, 15 de septiembre de 2010

Qué estres de vida social!

No os lo vais a creer, pero hemos tenido un fin de semana very busy. Para ser nuevos aquí no lo hacemos del todo mal. Cierto es que Toño tiene toda la culpa (para variar), pero es una culpa bueena. No siempre se va a llevar todas las malas.

Ya sabéis que Liesa, nuestra casera, es también maestra y fue una de la anfitriona de una de las compañeras harén de Toño cuando vino por primera vez a Canadá. Sí, Toño vino en 2009 a Vancouver para un curso de inglés acompañado por cuatro, 4, chicas. Dos meses estuvo por estas tierras compartiendo las 24 horas del día con sus maestras.

Una vez aclarado este punto, retomo mi narración inicial. Liesa ha sido muy, pero que muy amable y atenta con nosotros, así que invitamos a ella y su novio a cenar el viernes a casa. Lo difícil era acertar con el menú y la hora. Ni sabemos lo que suelen comer, ni estamos acostumbrados a cocinar a las 5 de la tarde para cenar a las 7!
Toño paró en una Liquor store a la vuelta del Instituto para comprar unas cervezas y una botella de vino. Aquí no se puede comprar nada de alcohol en los supermercados y las licorerias están en el fin del mundo. La broma fueron 37$ por 12 Coronitas y una botella de vino local. Y según llegó a casa, se puso a cocinar. Decidimos hacer un cottage pie, que tan bien se le dan a Toño y como es una receta muy british, encajaría muy bien en British Columbia. Teníamos también filetes de atún, aunque congelados, pero nada de vinagre, para poder hacer la receta de la abuela Titi, con mucha cebolla y un chorreton de vinagre. Un pequeño ajuste sirvió: salsa de Soja. Aquí como venden las botellas de salsa de soja en garrafas de 2 litros, tenemos de sobra.
Nuestros guests llegaron a las 7 en punto. Les ofrecimos unas cervezas, pero Carmen enseguida preguntó por la guitarra.

Dave, el novio de Liesa, toca la guitarra y Toño se lo había contado a Carmen, así que en cuanto le vió lo primero que hizo fue preguntarle por la guitarra. ¡I didn't bring it! Oh, my god. Carmen puso una de esas caras de perrito abandonado y Dave le dijo: "no problem, I can go back home and get it!" Así que el bueno de Dave, cogió el coche y se fue a casa a buscar la guitarra.
Os podéis imaginar lo que pasó en cuanto regresó. Carmen se subió encima de él y le pidió que tocara. Exactamente que le dejara tocar a ella. El pobre hombre no podía ni tomarse una cerveza, ni nos dejaba a los demás poner la mesa para cenar porque quería tocar todo el rato.

Después de tiras y aflojas conseguimos sentarnos en la mesa y sorprendentemente (lo digo por el tipo de comida) les encantó la cena. Y el vino no estaba tan mal. Quizás es que llevamos un mes sin probar una gota y todo nos sabe bien porque bueno, lo que se dice bueno, no era.
Tras la cena, Carmen volvió a exigir la guitarra. pero todos acordamos que debía tocar Dave. Y tuvimos nuestro concierto privado. Toca muy bien la guitarra, la voz no le acompaña mucho, pero suena muy bien... siempre que Carmen le dejaba solo, porque era imposible mantenerla sentada. Pero una vez que empezó a tocar y vió lo bien que lo hacía se quedó paralizada y no quitaba ojos de sus manos y la guitarra. Tanta atención puso, que cuando Dave terminó, cogió ella sola la guitarra y comenzó a cantar rasgando las cuerdas a ritmo y simulando que ponía las notas con la otra.
A star is born!

Hemos llegado a un acuerdo, si aprueba todo, que en este caso sería que hable y escriba inglés, tendrá su guitarra o su violín, porque sigue insistiendo en que quiere un violín. Así es Carmen...

Tras una noche muy interesante, el sábado lo dedicamos a hacer las compras que nos faltaban y aprovechar para hacer deporte. Sí, las compras se han convertido en todo un deporte para nosotros. Con eso de que el centro comercial está a 5km, decidimos ir andando. Lo que no caimos es que mientras recorres las tiendas y haces las compras, sigues de pie, continuas andando y luego hay que volver.
Pues lo hicimos! Y a la vuelta las niñas se engancharon en el Lions Park a jugar con la excavadora y perseguirse por las ruedas. Pese a todo, hubo que darles un buen baño de relax para poder meterlas en la cama.

Y el domingo, más vida social! Toño había quedado para cenar con su antigua profesora de inglés, Tillat. Como viven en East Vancouver, teníamos que llegar a Downtown y coger el Seabus para cruzar a la otra orilla de la ciudad. Así que salimos de casa a las 12 para ir a una cena. Esto es Canadá!
A la salida del Seabus nos estaban ya esperando Tillat y su marido, Faruk. Ambos llegaron desde Pakistan hace muchos años. Nos pasearon un rato por un precioso mercado que hay justo al lado de la estación del Seabus. La idea era visitar toda esa zona, muy boscosa y montañosa, pero hacía un día de perros (aquí literalmente dicen que llueven perros y gatos) y no se veía nada, al margen de que no paró de llover en todo el día.
La excursión la cambiamos por ir a su casa. ¡¡Super casa!! Las niñas estaban encantadas. Desde el salón se ve todo downtown y Stanley Park, aunque estaba todo cubierto por nubes.
Tillat estaba tan molesta porque el día no era el adecuado que nos invitó a volver otro día, pero que sea soleado.
Lo más gracioso es que las niñas tenían hambre, eran casi las tres, y ellos decidieron preparar la comida. La cena tuvo lugar a las 3 de la tarde!!
Habían preparado típicos platos pakistaníes. Toño y yo estábamos encantados. Incluso lloramos, pero porque algunas cosas picaban como para llamar a los bomberos.
Las niñas no estaban tan encantadas. Decían que hasta el arroz picaba. Pero es que un pollo a la barbacoa que había cocinado Faruk delante de ellas, tenía tantas especias que les dejó la lengua demasiado sensible. Tillat, previsora ella, tenía una super fuente de macarrones con carne. Se comieron tres platos cada una.
Entre plato y plato y diversos tés, nos dieron las 7 de la tarde sentados a la mesa y Tillat se ofreció a llevarnos en coche de vuelta a casa. ¿Qué más podemos pedir? Llovía a cantaros y la vuelta en bus es una hora. ¡Perfecto!
Encima me dijo que en su escuela estaban buscando alumnado para recibir clases de inglés gratis. I'm in! le contesté rapidamente.
Y eso es lo que hago ahora todos los días y la razón por la que cierro ya este interminable post.

Me voy a clase. Bye

2 comentarios:

  1. A ver, cuñadísima, vamos a llevarnos bien, tus insinuaciones acerca del comportamiento, sin duda intachable, de mi hermano mayor, y sobre todo de lo referente a sus relaciones con sus compañeras me parecen de todo punto improcedentes, habida cuenta de la natural tendencia a la castidad y el recato de los que hacen gala todos los "miembros" de esta familia que además, y como sabes, es la tuya (capulla).

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Qué grande Carmen!!!. Hagamos un trato: vosotros compráis el violín, y la guitarra corre de mi cuenta. Conozco un sitio maravilloso, donde hacen guitarras a medida (acústicas, claro...), y de una calidad estupenda. ¿Hecho?.
    Besos.

    ResponderEliminar