jueves, 14 de julio de 2011

WELCOME TO NAVACERRADA COMMUNE


Hi everybody! It´s been almost two weeks since we left Vancouver and looks like two months! By the way, our apologies: we´ve had neither internet nor time to update the blog or to email our friends. Let´s kick off!

Norma drove Cristina and our luggage (7 huge suitcases, 4 carry-on suitcases, 2 backpacks, 3 computers...) to the airport on the 4th of July. Ana, Carmen and me took our dear Skytrain for the last time in 2011 and we all met at YVR. The flight was relaxing and punctual. Surprisingly, no suitcase was lost and we didn't pay extra money for our countless suitcases.

When we arrived in Madrid 3 cars and 6 friends and relatives helped us with our lugagge. It was great to see them all. In no time we were in Navacerrada square having a cold beer and some tapas. The atmosphere in the street was, as usual, lively and fun. We've had a wonderful time in Vancouver but we missed this sort of things.

These days we've had so many visitors (by the way, who were the guests and who the hosts???) that our house in the mountain looked like a commune in the 60's. It's been the best and warmest way to land in our country and start our new/old life. My sister and niece came the next day to join the welcome party. In between 10 and 13 people share table and beds these days in our place in Navacerrada. AWESOME!!!

On the 7th of July Cristina gave a lecture about her book in the Culture Center of Navacerrada. 20 teenagers from a summer camp, 2 neighbours and a bunch of eager relatives and friends listened to our dear Cristina. As usual, she did a great job and the audience was respectful and, for a change, asked questions.

During these quick 12 days the girls have been so happily busy with their friends and relatives that they just ignored this thing we, adults, call jet lag. Cristina and me looked like sleepy ghosts but they've always been fresh and willing to do everything but have a nap or going to sleep at night. I wish I was 7!!!

We had a very special visit: our friend Mulay (11) came from Sahara desert to spend some weeks with us. Our friend Isabel is part of a project that involves thousands of Spanish families and children from Sahara. This way, Mulay comes every summer and lives with Isabel and her friends (us) all around Spain. He gets along very well with our girls and always enjoys his time in Navacerrada. They've been playing non-stop in the swimming pool, rollerblading, cycling, hiking... Besides, we went to see a movie, to listen to a storyteller, to a gallery, we played cars...

Today we had a hike in the mountains. We walked for more than 3 hours up and downhill. The girls didn't complain even once and they won a hot chocolate with churros, YUMMY!!! Have a look at the pictures!

And that's all, folks! We'll try to write from time to time about our adventures in Spain. We'd like you to read our stories and see our pictures as and invitation to enjoy your holidays with us. You all helped and encouraged us a lot in Canada and we'll be delighted to do the same for you in Spain. Feel free to come and visit us whenever. Our English is becoming rusty since we came to Spain and we need to brush it up! We miss you all, COME TO VISIT US!

BIENVENIDOS A LA COMUNA DE NAVACERRADA

Hola! Llevamos casi dos semanas sin actualizar el blog porque no hemos tenido conexión y tampoco mucho tiempo. Vamos allá!

Norma nos llevó al aeropuerto de Vancouver el maleterío y a Cris, mientras las peques y yo fuimos en Skytrain. El viaje fue muy cómodo (dentro de lo que es un vuelo transoceánico) y llegamos muy puntuales. Como ya sabéis, teníamos tantas maletas (siete grandes, cuatro de cabina, dos mochilas, 3 bolsos y tres ordenadores) que nos temíamos cualquier percance. Pues todo salió a pedir de boca. Lo único es que nos hicieron facturar las cuatro maletas de cabina en el vuelo Frankfurt-Madrid. Todavía no nos creemos que llegaran todas las maletas y que no tuviéramos que pagar por exceso de equipaje...

Al llegar al aeropuerto de Madrid nos esperaban tres coches porque con menos no nos arreglábamos: Sandra, Susana, Enrique, Laura, Isabel y Mulay nos recibieron con los brazos abiertos. Y todos subimos a Navacerrada para inaugurar nuestra particular comuna. Nuestra casa de la sierra suele estar animada, pero estos días ha tenido más jaleo del habitual. Por si nos faltaba ambientillo, al día siguiente llegaron Elisa y Toña.

El jueves 7 Cris tuvo una charla sobre "Lágrimas por una medalla" con adolescentes de un campamento de multiaventura. Estuvieron atentos y participativos. Además, se sumaron un par de vecinas y todo el club de fans familiar, incluidas Toña y Elisa, que nunca habían visto en acción a Cris.

El resto de la semana hemos tenido de todo: más visitas (Rober vino y se marchó con Toña), los peques se fueron a Micropolix (un mundo en miniatura donde deben trabajar, ganar dinero, etc.), al cine a ver Cars 2... Mientras tanto, hemos peleado por superar el jet lag, el famoso desfase horario. A Cris y a mí nos costó una semana y a Ana y Carmen... nada en absoluto. Yo creo que ni se han enterado. Ni siquiera el primer día se quisieron ir pronto a la cama. Tienen una veta...

Es una gozada comprobar lo bien que se entienden los peques de la casa. Tener a Elisa y Mulay en Navacerrda es sinónimo de juerga continua. Las niñas tenían muuuuuchas ganas de jugar con su prima y con su amigo Mulay, un niño del Sáhara que cada año viene con Isabel a pasar el verano. Es un encanto de crío que sólo tiene un problemilla: cada noche nos despierta porque sueña y habla en hasaní. Llevamos un cachondeo con Mulay y sus gritos nocturnos... ATA LA CABRA!!!

Ayer, por cierto, se nos puso malito y bajó al hospital con Isabel. Qué pena, se perdió la excursión de hoy. Hemos subido al puerto de Navacerrada para dar un paseo de más de 3 horas por la ruta de los Siete Picos. Hemos subido al primero de ellos, Y GRACIAS!!! Las tres peques se han portado fenomenal. Tan bien que se han ganado un chocolate con picatostes en el Pasadoiro, un restaurante del Puerto de Navacerrada que se sale del mundo. No sabemos si es mejor el local, el chocolate o los picatostes.

Y poco más contamos. Aquí nos despedimos del blog porque no vemos mucho sentido a contar nuestra vida cuando la vamos a pasar entre vosotros. Parecería como el Gran Hermano, NO? Como mucho, escribiremos algún post en inglés por poner al día a nuestros amigos de Vancouver. UN ABRAZOTE!!!

domingo, 3 de julio de 2011

GROUSE GRIND: ESCALERA AL CIELO

SABADO, 2 DE JULIO: Ayer pasamos un día tranquilo por nuestro barrio. Llevábamos dos días muy intensos entre la mudanza y las salidas nocturnas y necesitábamos un descanso. Lo más que hicimos fue ir a la biblioteca de Cameron, al centro comercial y a la piscina por la tarde. Cenamos con Norma porque Emma andaba por ahí de picos pardos. Ana y Carmen preguntaron por ella millones de veces: Y dónde está? Y dónde ha dormido? Y viene a desayunar? Criaturicas...

DOMINGO 3 DE JULIO: Era nuestro último día en Vancouver y queríamos aprovecharlo. Las peques eligieron ir a Grouse Mountain. Creo que era la octava vez que subíamos, pero con poca nieve y mucho sol nos parecía una novedad. Norma se empeñó en llevarnos en coche, con lo que gozamos nosotros con el SkyTrain y el SeaBus! Una vez en la base de la montaña, yo les dije a las flores que quería subir andando el Grouse Grind, un sendero mítico que asciende hasta el mirador y estación de esquí de Grouse Mountain. Son 853 metros de desnivel en menos de 3 kilómetros. Pues va Carmen y me dice: "Papá, yo quiero subir contigo". De entrada Cris y yo nos miramos pensando que iba de farol, pero enseguida comprendimos que lo decía muy en serio y que no quedaba otra opción que dejarla. Y allí que fuimos los dos...

La subida a grouse Mountain es una de esas rutas míticas que hay por el mundo. La mayor parte del año está cubierta por la nieve (hasta hace 15 días no se ha podido subir) pero en verano es el sendero favorito de los habitantes de esta preciosa ciudad y de muchos de sus turistas. Hoy medio mundo subía, en lenta procesión, hasta la cima. Yo me lo tomé con calma desde el principio temiéndome que terminaría cargando con Carmen. Pero la peque se comprometió desde el principio: "Papá, te prometo que voy a llegar sola hasta arriba y que no me voy a quejar ni una vez". Y así fue: ni pidió ayuda ni se quejó. Carmen es la bomba, como se le meta algo entre ceja y ceja estamos perdidos.

Una vez en Grouse Mountain repasamos todos sus atractivos: el show de las aves (buhos, águilas, halcones), el de los leñadores (muy divertido y emocionante) y el de los dos osos, Coola y Grinder. Los habíamos visto ya pero siempre nos sorprende y divierten. Y, todo hay que decirlo, bajo el sol parecen otra cosa...

Volvimos a Downtown, esta vez en bus y SeaBus, y pasamos por Gastown para despedirnos de nuestro querido Steamclock, el reloj de vapor. Ay, lo que lo vamos a echar de menos!

Ya de vuelta a casa, teníamos cena don Graeme y Terry, los vecinos de Norma. También llegó Emma, que fue recibida con vítores por parte de las peques. Cris hizo un daal (un puré de lentejas con muchas especias y cilantro fresco) y Norma un curry muy rico y picoteo vario. Estuvimos charlando, bailamos, vimos vídeos en YouTube... La última velada fue muy completita.

sábado, 2 de julio de 2011

MUDANZA Y CANADA DAY... DESCOCADO

Hola de nuevo! Os escribimos desde Burnaby, un poco más cerca de Downtown Vancouver. El jueves pasado fue una locura de día. Las peques se fueron con las vecinas y no las vimos hasta poco antes de marchar: jugaron, tostaron marshmallows (nubes), vieron una peli... Cris y yo, mientras tanto, estuvimos de limpieza y tratando de que las cosas entraran en las maletas. Las que no cabían se las quedaron las vecinas o la propia Liesa.

Para el traslado a Burnaby pedimos ayuda a Alan, que iba a Downtown y le pillaba casi de paso. Liesa vino de refuerzo, reclinó el asiento de atrás y pudimos meter las SIETE!!! maletas grandes. Las otras (cuatro pequeñas más mochilas y ordenadores) fueron a los huecos de uno y otro coche. Por cierto, no tenemos ni una mísera foto porque estábamos a otra cosa. Sí, tan centrados estábamos en las maletas que olvidamos la comida dentro del frigo.

Las niñas y Cris fueron con Allan y Liesa y yo subí la bici al bus y luego cogí el SkyTrain. Resulta que ofrecí a Norma mi bici y la muy osada dijo que sí (la tengo sin frenos), así que se la traje y ahora la tenemos a nuestra disposición (para matarnos en cualquier momento por las cuestas de la zona, vaya). Bueno, que hay un taller a la vuelta de la esquina. La llegada a casa de Norma fue extraña, todos teníamos la sensación de haber vivido aquello: de nuevo en Burnaby, nadie en casa, sin saber si cocinar o esperar... Norma y Emma llegaron muy tarde (nos dio tiempo a cenar, dar un paseo, ordenar...) y nos quedamos con ellas raja que te raja hasta casi la 1 de la mañana. Para nosotros era como asistir a una obra de teatro. Son dos personas divertidísimas que cuentan anécdotas increíbles y que tienen una gestualidad desbordante. Como dicen por aquí, son two of a kind, o sea, tal para cual.

CANADA DAY: Ayer se celebraba el Día de Canadá. Toda la ciudad tenía eventos repartidos por mil esquinas, calles y plazas. Nosotros elegimos Granville Island. Nos bajamos del SkyTrain en Science World y de ahí caminamos 3´5 kilómetros por False Creek hasta Granville Island. Es un paseo delicioso. A las niñas les prometimos algo rico para comer y buena compañía y no protestaron ni una vez. Además, ya tienen la clara sensación de que nos vamos y tratan de disfrutar cada momento y de observar con atención la ciudad porque saben que en bastante tiempo no la verán.

Granville Island suele estar animado cualquier día de la semana, los fines de semana aún más pero el Día de Canadá no os podéis ni imaginar cómo estaba aquello. Aun con todo, nos las ingeniamos para sentarnos en el Blue Parrot, el café del mercado de Granville. Allí nos juntamos con Carmen Aguirre nuevamente porque tocaba despedirnos definitivamente, conocer a Santiago (su hijo, cuatro años) y que, de paso, nos firmara un último libro para Norma. Hicimos cola para pedir en los puestos y comimos pizza. Después, paseíto por las calles de Granville Island y a jugar junto al estanque! Había mil atracciones y actuaciones por toda la isla, pero donde esté un río para saltar y un buen césped para tirarse... Y ahí estuvimos, los tres peques jungando y los mayores hablando y hablando de libros, de planes, de lo divino y de lo humano. A las cuatro nos despedimos (seguro que nos vemos en España cuando el libro se publique allí) y nosotros nos quedamos en el Starbucks a tomar un café y, sobre todo, para ir al baño porque las colas eran inmensas en Granville. Qué casualidad, nos encontramos allí con unas chilenas y, por supuesto, hablamos del libro y de mil cosas más.

Habíamos quedado con Norma para cenar en un restaurante de West Vancouver, al otro lado de Burrard Inlet. Al principio íbamos habíamos acordado juntarnos en la cervecería de Granville Island pero Norma, con mucho tino, decidió cambiar el lubar de encuentro, previendo que estaría fatal el tráfico, y vernos en Lonsdale Quay, fuera de todo el colapso que era ayer Downtown. Qué decisión tan acertada! Nosotros pateamos el puente de Granville (qué vistas de la ciudad, de todas las montañas y del océano!) y atravesamos Downtown hasta el Canada Place, donde había un ambiente tremendo. Después, seabus y encuentro con Norma y Emma, que en un periquete nos llevaron al restaurante.

Si no fuera porque conocemos las vistas de la casa de Tillat y Farooq, que son inmejorables, el restaurante Salmon House on the Hill nos habría dejado ojopláticos. Está ubicado en la falda de la montaña y domina todo Vancouver desde arriba. Tiene un comedor precioso con decoración first nation (indio canadiense) con una cristalera inmensa que da a la ciudad. La comida estaba muy rica: muchas verduritas y pescado de calidad y unos postres fabulosos. Por si fuera poco, había música en directo. Un pianista graciosísimo nos amenizó la cena con música bailonga, clásicos del soul... Fuimos a bailar media docena de veces con él (es que hacía paradas cada 20 minutos) y desvariamos todo lo que quisimos y más. Los Gallo-Peña somos gamberretes, pero Norma y Emma nos superan con creces, así que imaginaros la que se lió. El pianista nos hacía la ola porque, según nos contó Norma que conoce bien este restaurante, normalmente todo el mundo lo ignora y sigue son su cena y ayer montamos un show entre todos que le dejó encantado y animó al resto de comensales. Es que era Canada Day y había que celebrar... Como colofón, vimos los fuegos artificiales en North Vancouver y en Downtown desde nuestro privilegiado mirador. TODO UN LUJO!!!

miércoles, 29 de junio de 2011

MAS DESPEDIDAS (Y VAN...)

Pues sí, es lo que tiene hacer amigos, que luego tardas semanas en despedirte de ellos! Lo curioso es que no están siendo despedidas melodramáticas. La sensación de que es más un "hasta la vista" que un verdadero "adiós" facilita las cosas. Y también hay que decir que nos negamos a ver la realidad, parece que esto no va con nosotros y que hasta que tomemos el avión no nos lo vamos a creer. Bueno, entre tanto nos seguiremos divirtiendo...

MARTES 28: Pasamos la mañana, por supuesto, haciendo maletas y recogiendo. A mediodía vino Oly, una buena amiga de la Conversación que se perdió el picnic del domingo porque no nos encontró, a casa a despedirse, QUÉ MAJA! Por la tarde pasó Mihaela, otra amiga de La Conver, pero no sólo a despedirse sino también a llevarse la bici de Cris. Nos encanta eso de que nuestras cosas tengan la oportunidad de disfrutar una nueva vida.

Por la tarde Liesa vino a recogernos para cenar en un japonés. Dave nos esperaba en el restaurante con todo preparadito. La comida estaba deliciosa. Básicamente era sushi, tempura y sopa. Nunca habíamos comido un sushi tan rico y creativo. Tras la cena, postre y té en casa de Liesa. Allí practicamos juegos matemáticos con Dave, que creo que directamente nos mató media docena de neuronas a cada uno. Es lo que pasa cuando te juntas con gente lista...

MIÉRCOLES 29: El miércoles tocó seguir con las maletas (tenemos 7 de 23 kilos cada una + las cuatro pequeñas + las mochilas + los ordenadores, AGGG!!!) y con la limpieza. A media mañana asistimos a la asamblea final, en la que el curso de Carmen cantó "Here comes the sun" ("Ya viene el sol"). Debe ser una broma, a lo justo lo hemos visto este mes. La mayor parte de los días está nublado o llueve. También nos despedimos de las profesoras y madres de Central School. Ana y Carmen entregaron a sus profes postales caseras con fotos suyas. Ay, qué emotivo! La pobre Ana, abrazada y estrujada por todas sus compañeras, terminó llorando.

Por la tarde las peques se fueron a jugar con su vecina Anita y no las vimos en más de tres horas. Después, cena en casa de nuestros vecinos, la familia Pinard. Fue un placer probar los distintos platos (puré, ensaladas, brochetas) y disfrutar de su compañía. Son una familia muy divertida, alternativa y con muchas ganas de charlar y conocer nueva gente y exprimir lo que nuestra zona ofrece. Las niñas, Charlotte (13) y Pamela (16) son muy buenas cocineras y excelentes artistas: pintan, tocan intrumentos... Ana y Carmen les entregaron otra postal casera con dedicatorias y la consabida viñeta de nuestra artista particular. Las cuatro niñas/adolescentes estuvieron dibujándose mutuamente mientras los padres hablábamos de lo divino y humano hasta casi las 11 de la noche. Qué pena haber descubierto a nuestros fabulosos vecinos sólo horas antes de marcharnos de Port Coquitlam. Sabéis quién tiene la culpa? El tiempo! Sí, quedamos hace mil años en hacer una barbacoa al sol pero como nunca llegaba...

martes, 28 de junio de 2011

SAYING GOOD-BYE TO THE KHALLIDS, CONVERSATION FRIENDS, ISABEL...

This weekend has been, as usual, a sort of rollercoaster. We had to say good-bye to lots of friends and it's been pretty moving.

SATURDAY, June 26th: As it was pouring, for a change ;-), we went to our daughters' favorite place in Downtown -Science World, a hands-on science park. Ana and Carmen played here and there but focused more on the shows: Balloons, Toys and "Beaver Tales". Science World is the perfect place to kill 2 or 3 hours and have lots of fun.

After that we visited another favorite landmark -Downtown Library. Surprisingly, somebody (our guess was a high school or universty) was organizing a graduation ceremony in the promenade and we found chairs, tables, food and so on all over the place. Ana and Carmen borrowed 12 audiobooks. We were supposed to have a picnic with Tillat and Farooq but, as it was pouring, they cancelled the plan and we all went to their place to have dinner. In the afternoon, the sun came out and it was almost hot, damn it! OK, plan B was very attractive: shrimp curry, eggplant with youghourt and cheese cake, yummy!!!
We talked for hours and exchanged presents (t-shirts, books). It's amazing how relaxed and talkative we feel every time we get together. By the way, we didn't say good-bye cause we planned to meet again on Monday for a bike ride. And, being more than 12:00 am, we called it a day.

SUNDAY, JUNE 26TH: We got up early to prepare onion, bacon and mushroom quiches for the "see-you picnic" with our friends from "The Conversation". We all met in Rocky Point on a beautiful sunny day. We got the bus there 'cause to ride looked like a crazy idea this time. Can you imagine? Our 2 girls, 3 quiches, our ball, kite, frisbees...Undoubtedly, we made the right decision taking into account the circumstances...
20 or 25 people from The Conversation gathered in Rocky Point. We ate, laughed, chatted, played... The atmosphere was, as usual, lively and friendly. The food was exotic and tasty. We said "see you" with hugs and mutual promises to organize trips. Isabel gave us a ride and we skipped the painful walk and bus back home, hooray!!

MONDAY, June 27th: We had been craving a ride around Stanley Park for months but the plan looked jinxed (you know, non-stop rain). But this Monday was dry and we took advantage. The girls got up soon and had breakfast with our neighbours Sandra and William, who took them to school as well. We got on the West Coast Express and at 8:30 we were in the Waterfront ready for a good time! We met our friends Tillat and Farooq and started the beautiful ride.

Vancouver is a wonderful city to enjoy the perfect "urban" ride: Stanley Park, English Bay, False Creek, Olympic Village and Granville Island. It consists of 15 gorgeous car-free kilometres of beautiful and peaceful seawall. Once on Granville Island, we strolled and visited our favorite stores. We had a very diverse and exotic lunch in the Public Market: Japanese teriyaki, Korean rolls, English?? fish and chips and Indian meat balls. We had dessert in the Blue Parrot Cafe. We rode quickly back Downtown to face the "see-you" moment. Cristina and me were restrained. Obviously, we are living in denial. We need to take the plane back to Spain to believe that this is really over. We took our last West Coast Express back home and had lunch with Isabel, Armand and Julia. We laugh so hard remembering grannies' highlights! It's curious how similar our anecdotes were. Apparently, granny Brigi is one of a kind but she has a twin in Barcelona. We had so much fun that we even forgot to take pictures. BYE-BYE FRIENDS!!!

DESPEDIDAS: THE CONVERSATION, KHALLIDS, ISABEL...

Este fin de semana ha sido, como casi todos, una montaña rusa. Además, tocaba despedirnos de muchos amigos y ha resultado especialmente emotivo:

SÁBADO 25: Como, para variar, llovía nos fuimos a despedir del lugar favorito de las peques en Downtown: Science World. Es un parque temático dedicado a la ciencia pero con un enfoque muy interactivo. Una vez más las peques se enredaron con los mil artefactos que tienen a disposición del público pero sobre todo, nos centramos en las actuaciones en vivo: globos, juguetes y una nueva llamada "Los cuentos del castor". Es el sitio perfecto para pasar dos o tres horas entretenidas.

Después fuimos a otra atracción única de esta ciudad, la biblioteca. Curiosamente, estaban preparando una graduación y tenían todo el promenade (el hall cubierto donde están las terrazas de los cafés) lleno de sillas y mesas para la cena. La fórmula es muy sencilla: unos particulares (alumnos de un instituto o universidad) alquilan un espacio público (biblioteca) para un acto privado (graduación). A los que se gradúan les sale más barato que cualquier otro local y la biblio saca un dinero extra que beneficia a todos.

En la biblio, y tras tomar prestados 10 o 12 audiobooks, nos encontramos con nuestra querida Tillat. Habíamos quedado para hacer un picnic pero como el día salió lluvioso lo cancelamos. Por la tarde, por supuesto, salió el sol para dejarnos con cara de tontos. Bueno, el plan B era muy atractivo: cena en casa de los Khallid. Farooq había preparado un arroz riquísimo, berenjenas con yogur y salsa de tamarindo y tarta de queso, ummmm! Estuvimos hablando hasta las 11 de la noche, interambiamos regalos (camisetas para nosotros, "Something Fierce" para ellos) y nos trajeron de vuelta a casa. No nos despedimos del todo porque el lunes quedamos para dar una vuelta en bici. Qué día más intenso!

DOMINGO 26: Tuvimos que madrugar porque teníamos que hacer quiches para nuestros amigos de "La Conversación": cebollita confitada, champiñones, bacon, QUÉ RICO!!! El encuentro fue en Rocky Point, un parque precioso junto al Burrard Inlet donde nos juntamos todos para hacer un picnic. El día salió soleado, incluso caluroso. Decidimos no ir en bici porque queda lejos (7 km) y con las niñas y las quiches (y el balón, y la cometa, y las raquetas de badminton, y...) era toda una aventura sólo llegar a la cita. Coger el bus fue la decisión más sensata de la mañana.

En el parque nos juntamos 25 o 30 personas de "La Conversación" y charlamos, comimos, jugamos, reímos... O sea, como siempre. También aparecieron Isabel y su hija Julia. El calor humano era más intenso que el del propio sol (que me quemó el cuello, por cierto). Toda la comida estuvo riquísima y el ambiente el habitual: distendido, divertido... O sea, como cualquier día pero en un lugar diferente y rodeado de cometas, niñas en braguitas que iban a remojarse en el parque acuático, frisbees, balones... Muy entretenido. Hubo abrazos finales, emoción contenida (nos negamos a ver la realidad) y muchos propósitos de volver a vernos a uno u otro lado del charco. Isabel nos trajo de vuelta en el coche y nos ahorramos el paseíto y el bus.

LUNES 27: Hacía tiempo que queríamos dar una vuelta en bici por Vancouver pero el tiempo se nos había puesto en contra. Por fin, el lunes nos dejó. Prontito por la mañana dejamos a las peques en casa de Sandra y William, nuestros vecinos colombianos, y cogimos el West Coast Express, el tren que en media hora larga nos deja en Downtown. Después nos tomamos un café y nos encontramos con Tillat y Farooq, nuestros compañeros de pedaladas en nuestra despedida bicicletera de Vancouver.

El recorrido, como ya hemos comentado otras veces, es espectacular: Stanley Park, English Bay, False Creek, Olympic Village y finalmente Granville Island. Allí visitamos nuestras tiendas favoritas (la turca de las botas, la de las hamacas...) y A COMER! Pedimos japonés, coreano, fish and chips e indio, qué variado! Más tiendas después de comer (artesanía africana, sombreros, cerámica) y café con postre en el Blue Parrot, el mismo bar en el que habíamos comido.

La vuelta a Downtown la hicimos en un periquete y tuvimos que enfrentarnos a la despedida. Entre que nos negamos a ver la realidad y que sabemos que vamos a ver a estos amigos, el adiós fue más contenido que nuestros sentimientos. Bueno, mejor así, no es cuestión de montar un numerito en la misma calle donde los alborotadores y macarras de la noche del 15 de junio montaron el suyo.

Volvimos a casa en el West Coast Express y preparamos un poco de cena para Isabel, Armand y Julia. Estábamos tan a gusto contando historias de abuelas y jugando a las cartas que se nos olvidó echar una foto. Bueno, en el recuerdo se quedará también impresa esta cena tan especial y divertida. ADIÓS AMIG@S!!!

jueves, 23 de junio de 2011

CENA COLOMBIANA

Ayer pasamos una tarde... diferente. Y no necesitamos hacer grandes planes, ni ir lejos, ni coger el SkyTrain. Simplemente, cruzamos la calle y allí nos esperaban Sandra y William, nuestros vecinos y amigos colombianos. Teníamos pendientes unas arepas y ayer fue el día elegido. Las arepas son tortas de maíz y agua que se rellenan con carne, queso o lo que a cada uno le apetezca. Después se tuestan en una parrilla y... listas!

Después de las arepas nos acercamos a la escuela intermedia de William, el hijo mayor de la pareja. Era el día del concierto final del curso y el muchacho tocaba el saxofón. Estuvimos casi dos horas viendo y escuchando a las bandas, al coro y algunos solos. Las tres peques (las nuestras más Anita, la hija de nuestros amigos) se perdieron enseguida entre la gente y pensamos que andaban por el patio o en los columpios. VAYA MALPENSADOS!!! Las tres flores estaban, tan ricamente, escuchando y admirando a los artistas desde primerísima fila.

De vuelta a casa encontramos... a que no sabes qué, abuela Titi??? Sí, sí, el GUIDIRRABO!!! Tanto decirlo y buscarlo y resulta que estaba dos casas más allá. Es como el ruibarbo pero gigante, de ahí el nombre güidirrabo. Hicimos fotos para que no digáis que nos inventamos las historias.

Para terminar la tarde-noche, vino el vecino de William y Sandra con un tiramisú en desagravio por todos los ruidos y molestias causados (??). Muy agradecidos, nos lo zampamos en un periquete. Y de esta forma tan dulce terminó nuestro jueves colombiano-musical-g.

TARDE CON CARMEN AGUIRRE

El domingo pasamos la tarde con la escritora Carmen Aguirre. La conocimos por casualidad en Granville Island a principios de septiembre, nos volvimos a encontrar en la presentación de su libro el 19 de mayo en un café alternativo y, por fin, nos vimos tranquilamente el domingo en la calle Commercial. La habían cerrado aprovechando el Día sin Coches y había mil actuaciones, terrazas, música y gente bailando, puestos con comida... Es una calle muy especial con locales también muy particulares. Si volvemos a Vancouver, me pido vivir en Commercial Drive!

Carmen es actriz, dramaturga (ha escrito 14 obras de teatro) y escritora. Acaba de salir publicada su primera novela, Something fierce ("algo fiero, feroz"). Carmen, junto a su familia, huyó de la dictadura de Pinochet y aterrizó en Vancouver. Tras 5 años en la ciudad, la familia volvió a Sudamérica para unirse a la resistencia al dictador chileno. El libro relata las aventuras y desventuras de una familia de revolucionarios desde los ojos una niña que se volvió adolescente sin que nadie pareciera darse cuenta y que, casi de forma natural, terminó formando parte de la resistencia cuando pudo decidir por sí misma. Es un testimonio ameno pero, sobre todo, conmovedor, duro, intenso, descarnado. Os cuento todo esto porque espero que podáis leerlo cuando se publique en español (sólo está en inglés de momento). El libro pone los pelos de punta, más aún sabiendo que todo fue verdad.

Pues el domingo nos juntamos con Carmen y hablamos de lo divino y humano, nos tomamos un café y dos pizzas y paseamos por la animada Commercial Drive. Es un gusto leer un libro, que te cautive y conmueva y después poder hablar en persona con la autora. Tampoco nos pudimos explayar porque Cris todavía no lo ha leído (bastante tiene con todos los de mujeres deportistas que está engullendo este año) y no era cuestión de arruinarle una impresionante historia. Ojalá tengáis todos la oportunidad de disfrutarla y sufrirla a partes iguales.

domingo, 19 de junio de 2011

SÁBADO GAMBERRO, DOMINGO EMOTIVO

Este finde ha sido muy variadito. Por partes:

-EL SÁBADO estuvimos en la fiesta de cumpleaños de Shailin, una de las compañeras de Ana (la pocholada de la derecha en la foto). Se celebró en uno de estos macrocentros lúdicos para peques con mil toboganes, fosos de bolas, cochecitos... que abundan tanto por estos pagos. Son como un paraíso para seres diminutos. Como suele pasar, Carmen -que no estaba invitada- terminó en el cumple y saltó, bajó los toboganes, peleó con las bolas y comió tarta como la que más. Menuda tarde que pasaron todas las criaturicas!

Después nos fuimos a la fiesta del clinic de karate que ha tenido Norma durante cuatro días. Pensábamos que eran cuatro amigos jóvenes y fuertotes del mundo de las artes marciales pero no, era un grupo de lo más heterogéneo y había niños, barrigas varias, canas, calvas... Un variau, vaya. Ni siquiera eran todos de la zona, como pensamos en principio. Había gente de Ottawa, Quebec, Alberta... hasta de Japón! Vinieron de mil lados para asistir a un clinic. Esta Norma es la bomba! Por cierto, no tenemos fotos porque nos pareció mal ir de paparazzis a una fiesta de karatekas. Si se hubiesen liado a mamporros lo mismo habríamos terminado lisiados! Aparte de conversación amena, hubo muy buena comida, música y hasta bailamos. Las que animaron el ambiente fueron la propia Norma y su compañera de piso, la inefable Emma. Oiréis más de ella porque estará con nosotros (o al revés, nosotros con ella) los últimos días.

-EL DOMINGO teníamos planeado ir con las bicis a dar la vuelta a Stanley Park pero... a que no sabéis por qué tuvimos que anular el plan previsto? Sí, lo habéis adivinado, LLOVÍA! En el fondo, como tantas veces, tuvimos suerte. El plan B fue ir al centro de Vancouver a ver las calles y, sobre todo, los escaparates más castigados por los vándalos que aterrorizaron la ciudad la noche del miércoles tras la derrota de los Canucks en la final de la liga de hockey hielo. En el lugar de los escaparates han colocado planchas de aglomerado donde miles de personas (y hasta superhéroes como en la foto) han escrito dedicatorias, frases de recuerdo, dibujos... todo para desmarcarse de la barbarie de esa noche y destacar que Vancouver es una ciudad amable y civilizada. Podéis ver en las fotos algunas de las frases.

Tal vez conozcáis una foto -la de la izquierda- que ya es un icono en la ciudad (no sé si en el mundo): una pareja besándose en el suelo en actitud muuuuuuy cariñosa en medio del fragor de la batalla entre policías y vándalos. Es una imagen impactante. La pareja ya ha hablado en los medios: la chica se volvió histérica ante la barbarie que la rodeaba y cayó, presa del shock, al suelo. El novio la estaba reconfortando de forma cariñosa cuando un fotógrafo tomó la instantánea. Brillante...

También fuimos al Starbucks que hay al lado de la librería Chapters. Sí, aquél en el que Paloma tomó un café con su querido Terry y donde él le ofreció en la yema del dedo miel. Ay, QUÉ HISTORIA TAN BONITA!!! Bueno, pues volvimos al lugar de los hechos y, para nuestra sorpresa, Terry no estaba allí guardando la ausencia -me parece que está perdiendo la paciencia- y a cambio nos encontramos el rastro de los vándalos. Sí, ni siquiera respetaron la memoria de Pamola y Terry y se liaron a mamporros con los cristales. QUÉ BÁRBAROS!!!

Los días posteriores a los actos de vandalismo del miércoles 15 se ha desatado una ola de indignación entre la ciudadanía que se refleja en los medios, en los carteles acusatorios que véis en las paredes, en páginas web para ayudar a la policía a identificar a los vándalos, etc. Es curioso cómo toda la sociedad se ha enfrentado, a cara descubierta, a estos alborotadores. El chico rubio de la foto pertenecía al equipo de waterpolo olímpico y estaba becado. Se le ocurrió la feliz idea de prender fuego a un coche de policía mientras estaba rodeado de cientos de personas, la mayoría con móvil y grabando la escena. No ha sido difícil, pues, identificar al mentecato, que por supuesto ha perdido la beca y ahora se somete al escarnio público. Hoy hemos escuchado en las noticias que ni él ni su familia se atreven a salir de casa por miedo a todas las amenazas que han recibido. Ver para creer. La verdad es que muchos de los que acusan están cruzando líneas peligrosas y se comportan con el mismo fanatismo que denuncian.

Por la tarde fuimos a Commercial Drive, una calle muy alternativa (al estilo San Francisco) donde se celebraba el Día sin Coches. Allí habíamos quedado con la dramaturga, escritora y actriz Carmen Aguirre. Pero eso lo contamos otro día porque merece un post en exclusiva. Abrazote, Toño.