domingo, 19 de septiembre de 2010

Biciclistas de Vancouver!!!!!!

¡¡¡YA TENEMOS BICIS!!!

No se cómo hemos podido aguantar tanto tiempo sin nuestras dos ruedas. Nos faltaba algo todos los días: nuestras bicis. Por suerte, en este país lo venden todo, quiero decir de segunda mano. Bici en el garaje: a vender. Qué se le ha quedado pequeña al niño: a vender. Qué la dono a la Salvation Army: te la venden en la Thrift Store.
Aquí nadie pierde ni medio centavo. Todo lo que compras lo puedes revender cuando ya no lo quieres utilizar, o te mudas, o te ha quedado pequeño, o lo que sea.

Craiglist es el lugar perfecto para encontrar cualquier cosa, una página web en la que quien quiera anuncia lo que vende, dónde esta, el precio y cómo contactar. Hay coches, casas, muebles, BICIS...
Contactamos con varias opciones y el viernes por la mañana contestó un chico que vendía dos bicis de adulto en el mismo PoCo. Contestó ese mismo día y ahí que nos tenéis a los cuatro el sábado por la mañana en su garaje viendo las bicis.
La verdad es que estaban NUEVAS, se notaba que las habían sacado para dar dos paseos y llevaban todo un año colgadas acumulando polvo. Pedían 150$ por las dos, unos 55€ por cada una. Vamos un chollo, para lo que nos va a suponer todo un año y después podemos hacer lo mismo, volver a venderlas.
Ahora había que conseguir algo para las peques.
La casa del chico estaba justo enfrente de Gates Park y, por lo tanto, junto a uno de los accesos al PoCo Trail. No lo pensamos, cogimos la vía verde para acercarnos al centro comercial de Coquitlam y buscar unos cascos y ver algo más. Pena que no llevábamos la cámara porque ibamos cada uno con una niña subida al sillín. Todo el mundo nos cedía el paso y nos miraba un poco alucinados, porque ibamos sin casco, con las niñas encima de nosotros, y cargados de bolsas porque fuimos a una tienda de deporte y cogimos un poco de todo.
El caso es que no vimos bici para las peques. Volvimos al centro de PoCo para ver lo que tenían en la Thrift Store, un lugar en el que tú puedes donar lo que ya no quieras y ellos lo venden para recaudar dinero para una especie de ONG (The Salvation Army) que ayuda en cuestiones sociales. Lo mejor de este sitio es que no pagas tasas y los precios son casi ridículos.
Las niñas vieron una caja de muñecas pequeñas, playmobil, etc. que se adjudicaron inmediatamente (3,99$), nosotros 4 libros de Garfield (2$ los 4) nuevos, que se han convertido en su lectura preferida y en el fondo de la tienda había bicis de niños.
Estaban regulin, pero había una como para Carmen que sólo necesitaba un ajuste en el freno delantero y su precio era de 19,99$ (15€). COMPRADA!!!

Ya estábamos casi preparados para dar una vuelta por el PoCo Trail y descubrir a fondo la zona, nos faltaba una bici... Adivinad qué paso.



Nuestros vecinos, justo la casa de enfrente, son colombianos y las niñas ya han hecho migas con la vecinita que, además, va al mismo cole que ellas. Toño cruzó y le preguntó si tendrían alguna bici que dejarnos, y allí estaba una bici destartalada, pero que funcionaba perfectamente y era de la medida de Carmen. Sólo tenía un inconveniente. No tenía frenos... los habituales... frena a contrapedal, pero Pamen es mucha Pamen y tardó 10 segundos en pillarle el truco.
Totalmente equipados nos fuimos a descubrir la vía verde. Está asfaltada en su mayor parte y va por todo un bosque y entre parques. A ratos muy cerca de la ciudad y por momentos entre gigantescos árboles que no dejan casi pasar la luz.
Hacía un día magnífico, con sol y calorcito, perfecto. Hicimos como unos 6 kilómetros y nos quedamos un rato en el Lions Park, saltando las gigantescas ruedas, jugando con la excavadora y lanzando el frisbee.
Decidimos que al día siguiente, hoy domingo, iríamos a la Terry Fox, una carrera que se hace en memoria de un chico que recorrió Canadá para recaudar dinero para la lucha contra el cáncer. Él mismo padecía cáncer y le habían amputado una pierna. Aún asi hacía una maratón diaria, pero desgraciadamente no pudo terminar el recorrido completo, porque la enfermedad acabó con él. Desde entonces se realiza esta carrera en todo Canadá, aunque en PoCo es muy especial porque el chico era de esta ciudad.
El caso es que nos levantamos a las 7. Había estado lloviendo toda la noche pero pensamos que si aguantaba un poco podríamos hacerlo. Desayunamos y nos preparamos.
Montamos en las bicis y a sólo 500 metros de casa se puso a llover con tanta intensidad que era imposible dar un paso más. Parecía que nos habíamos metido en una bañera con bicis y todo!


Nuestro gozo en un pozo. Con las orejas gachas, por el peso del agua que portaban, nos volvimos a casa y aquí estamos, actualizando el blog, haciendo algunos deberes españoles (porque canadienses ni los conocen) y disfrutando de un domingo tranquilo en casa, que no pasa nada por quedarse en el sofá una vez al mes.
Bye, bye.

5 comentarios:

  1. Pamen sin frenos? A este plan le veo lagunas jajaja

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  2. que los dentistas se han quedado en asturias y seguro que no venden piños de segunda mano a la medida de pamen.¡insensatos!

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  3. ¿Como habeis podido sobrevivir casi un mes sin bicis?

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  4. No se como funciona lo de los comentarios esto es una porueba

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