"Qué hicimos ayer, mamá?"
"Eso de los picos, convención o... cómo se llama eso?"
"Centro de Convenciones de Vancouver".
"Bien. Allí vimos el edificio por dentro. Tiene unas vistas preciosas... al océano es, no? Qué mar es éste?"
"El océano Pacífico".
"Estuvimos por muchos salones. Mira que era grande uno, por favor! Madre mía! Después fuimos al Pirulí. Cómo se llama ése?"
"Harbour Center".
"Sí, y allí vimos la panorámica, que es grandiosa e incomparable (sic). Se ven los rascacielos, lo mismo se ven los árboles que... la fauna y la flora" (le da la risa). "Uy, yo qué sé, todo Vancouver".
"Y adónde fuimos a comer?"
"A los mongoles. Así se llaman, no?
"Sí".
"Uy, esta vez he acertado. Comimos muy bien. Se echaba cada uno en un cuenco lo que quería comer: verdura, carne, el caldito (la salsa) y el cocinero lo hacía en la plancha con una maestría que daba gusto verlo".
"Y por la tarde?"
"Primero estuvimos tomando un café en Starbucks" (aquí le ayudé). "Yo tomé un cholocatito muy bueno y allí estuvimos haciendo de títeres imitando a aquéllas que estaban en los taburetes altos. Me gusta mucho esa cafetería, está muy bien, muy bien. Y después fuimos a las pistas de esquí, al finicular".
"Funicular. Subimos a Grouse Mountain en funicular".
"Fu-ni-cular. Oye, que ni se mueve, eh? Es que ni lo sientes. Las vistas son maravillosas. Se ve el mar, estás en la montaña, ves tanto arbol por todas las partes... Y también se ven los rascacielos de Vancouver. Había muchísima nieve todavía. En algunos sitios 2, 3, hasta 4 metros. Fuimos a buscar a los osos y los vimos en todo su apogeo juguetando. Fue algo asombroso que no habíamos visto nunca. Qué bichos, qué sombra tenían. Jugaban a morderse, a mordisquearse. Ponían una zarpa en un árbol y lo movían de primera. Se comportaron como si estuvieran solos. Nos ignoraron, ni más ni menos. Hacía bastante fresco pero fue un rato tan bueno que ni nos importó. Y nos trajo la noche a casa. Llegamos más tarde que ningún día, a la 9:30".
"Y hoy?"
"Pues poca cosa. Hemos ido a recogerlas al cole. Ana ha participado en... correr, cómo se llama eso?"
"Pruebas de atletismo".
"Eso. La nena estaba muy contenta. Os habéis mojado hasta los huesos. Mira que llueve aquí, eh? Y que después se quede buena tarde... tiene pitos! Y ahora las nenas están haciendo camisetas con su tía Esther".
Pero eso lo contamos mañana...
"Centro de Convenciones de Vancouver".
"Bien. Allí vimos el edificio por dentro. Tiene unas vistas preciosas... al océano es, no? Qué mar es éste?"
"El océano Pacífico".
"Estuvimos por muchos salones. Mira que era grande uno, por favor! Madre mía! Después fuimos al Pirulí. Cómo se llama ése?"
"Harbour Center".
"Sí, y allí vimos la panorámica, que es grandiosa e incomparable (sic). Se ven los rascacielos, lo mismo se ven los árboles que... la fauna y la flora" (le da la risa). "Uy, yo qué sé, todo Vancouver".
"Y adónde fuimos a comer?"
"A los mongoles. Así se llaman, no?
"Sí".
"Uy, esta vez he acertado. Comimos muy bien. Se echaba cada uno en un cuenco lo que quería comer: verdura, carne, el caldito (la salsa) y el cocinero lo hacía en la plancha con una maestría que daba gusto verlo".
"Y por la tarde?"
"Primero estuvimos tomando un café en Starbucks" (aquí le ayudé). "Yo tomé un cholocatito muy bueno y allí estuvimos haciendo de títeres imitando a aquéllas que estaban en los taburetes altos. Me gusta mucho esa cafetería, está muy bien, muy bien. Y después fuimos a las pistas de esquí, al finicular".
"Funicular. Subimos a Grouse Mountain en funicular".
"Fu-ni-cular. Oye, que ni se mueve, eh? Es que ni lo sientes. Las vistas son maravillosas. Se ve el mar, estás en la montaña, ves tanto arbol por todas las partes... Y también se ven los rascacielos de Vancouver. Había muchísima nieve todavía. En algunos sitios 2, 3, hasta 4 metros. Fuimos a buscar a los osos y los vimos en todo su apogeo juguetando. Fue algo asombroso que no habíamos visto nunca. Qué bichos, qué sombra tenían. Jugaban a morderse, a mordisquearse. Ponían una zarpa en un árbol y lo movían de primera. Se comportaron como si estuvieran solos. Nos ignoraron, ni más ni menos. Hacía bastante fresco pero fue un rato tan bueno que ni nos importó. Y nos trajo la noche a casa. Llegamos más tarde que ningún día, a la 9:30".
"Y hoy?"
"Pues poca cosa. Hemos ido a recogerlas al cole. Ana ha participado en... correr, cómo se llama eso?"
"Pruebas de atletismo".
"Eso. La nena estaba muy contenta. Os habéis mojado hasta los huesos. Mira que llueve aquí, eh? Y que después se quede buena tarde... tiene pitos! Y ahora las nenas están haciendo camisetas con su tía Esther".
Pero eso lo contamos mañana...
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