viernes, 29 de abril de 2011

Y APARECIÓ EL OSO!!!

Se llamaba Terry. Apareció igual que desapareció... por sorpresa. Nuestro osito canadiense se encontró con una de nuestras chicas y, como no podía ser de otra manera, se quedó prendado. Ella estaba mirando qué autobús tomar pero Terry interpretó que estaba sola y desamparada. El ofreció su ayuda en inglés y ella le contestó siempre en español. Era un diálogo de besugos (Adónde vas? Manzanas traigo!) pero no les importó. El lenguaje corporal lo decía todo. Y surgió el amor...

Terry acompañó a nuestra ojoplática amiga media hora de bus hasta el mismo centro de Vancouver, QUÉ CABALLERO!!! Perdón, que él era, según sus palabras, un gentleman y ella una lady. Allí, le invitó a un capuccino (qué romántico) en el Starbucks. Llegado el momento, se armó de valor y le ofreció, ATENCIÓN!, miel en la yema de su tembloroso dedo. Ella, estre sorprendida y ruborizada, le contestó que en España también tenemos miel y la cogió ella misma del bote. Si hubiese sido sirope de arce le habría arrancado hasta la tercera falange! Pero Terry no se rindió.

Ella le hablaba de su viaje a Canadá y él le contaba detalles de su vida por si la convencía de quedarse: "Tengo un perro (le enseñó la foto), un coche (más fotos), vivo en South Granville (y más)". Como sabía que el tiempo corría en su contra, desplegó todos sus encantos (ojos entreabiertos, mirada de lado, pose de cowboy) y, por si acaso, acudió a un clásico: "Toca mis músculos". Ella, más sorprendida que presa del deseo, le pellizcó tenuemente el bíceps y, ante la invitación a seguir tocando, le dijo, "Me planto!!!".

Los gestos y las miradas eran muy elocuentes pero por si acaso nuestra amiga le invitó a subir al tercer piso de Chapters, la librería junto al Starbucks. Él, cegado por el amor y un deseo desbocado, pensó que iban a un reservado. Ella, encantada de recibir atenciones pero deseando calmar los ánimos -y las hormonas- fue a la sección de diccionarios y cogió el Español-Inglés para facilitar la comunicación. Terry, inasequible al desaliento, interpretó los mensajes a su manera y pensó: "Esta chica no sólo es formal sino que, además, es culta".

Bajaron al Starbucks otra vez y como en el cuento, dieron las doce, la hora a la que la Panda Fuchu había acordado encontrarse. Los otros cuatro vieron a nuestra amiga hablando animadamente con un extraño y pensaron que era español. No sabían que entre ellos había saltado la chispa del amor. Se acercaron a saludar a los tortolitos... y se rompió el encanto. Terry, rodeado de extraños y nada dispuesto a compartir a su amada, se aprestó a decir adiós. Ella le quiso dar dos sonoros besos (de los de abuela) pero el segundo se quedó en el aire... porque nuestro Terry desapareció decepcionado, contrariado, dolido? Quién sabe!!!

Fdo. Corín Tellado

Los hechos que aquí se han relatado responden fidedignamente a la realidad. En manos del lector/a queda averiguar quién fue la españolita que enamoró perdidamente a Terry.

jueves, 28 de abril de 2011

A WHISTLER EN UN NUEVO MEDIO DE TRANSPORTE

Después de probar el avión, el bus, el sky train, el ferry, el aquabus, el teleférico, el seabus, el tren, la bici, las piernas..... ayer viajamos en un nuevo y revolucionario medio de transporte: EL COCHE!!! Bueno, una monovolumen para 7 personas.
Alquilamos la monovolumen, que estaba nuevísima, y nos fuimos de camino a Whistler los 5 de Fuchu y Cris (porque ella todavía no había estado). De camino nos paramos a ver una cascada (Shannon Falls, mirad las fotos!). Después de 2 horas y media de viaje llegamos a Whistler. Nos acercamos a la oficina de turismo (Visitor´s Center) y nos recomendaron dar la vuelta al lago Perdido (que así se llama). Nos pusimos en marcha tras comer en un sitio bien calentito (porque hacía un frío.... y yo -Sofía- llevaba puesta una camiseta, 2 sudaderas y dos cazadoras) y cuando llegamos al camino del lago había 2 o 3 palmos de nieve, con lo que se hizo difícil la caminata. Decidimos no dar la vuelta al lago y atajar porque el día se estaba poniendo bastante feo y empezaba a caer aguanieve. Llegamos al museo de arte aborigen y nos tomamos algo calentito! Allí nos dieron a probar carne seca ahumada de ciervo con frutas y pimienta.....Decidimos no entrar al ver la exposición porque la cosa se estaba poniendo cada vez peor.
La vuelta fue pasada por agua y con atasco al llegar a Vancouver.
Llegamos a casa y cenamos rápido para irnos a un bar country. "Roosters" es todo una experiencia religiosa y para hacer un estudio psicológico... Había una banda tocando country, nos servían las cervezas en cubos con hielo pero lo mejor, o lo peor, el toro mecánico. Lo mejor porque era divertido y los tíos cachas se subían para demostrar sus habilidades como vaqueros y lo peor (según quien esté mirando) las chicas pasadas de copas que se subían al toro mecánico y se quitaban hasta el sujetador para conseguir una mísera camiseta de Roosters. Un espectáculo que recordaremos, pero que es para olvidar.
Y eso es todo amigos.
SOFÍA

miércoles, 27 de abril de 2011

ESTHER, UNA BLOGUERA EN VICTORIA

Como ya sabéis estos dos últimos días los hemos pasado en Victoria, en la Isla de Vancouver. El viaje de ida fue pasado por agua pero esto no fue un incoveniente para poder disfrutar del paisaje entre islas. Una vez allí, y tras reponer fuerzas, decidimos hacer un tour por la ciudad pero para entonces, eran las cinco de la tarde, todos los edificios estaban cerrados, así que dimos un paseo por esta coqueta ciudad y luego ociamos un poco.
A la manana siguiente visitamos el parlamento y el museo (totalmente recomendable), con dos exposiciones: una de fauna y flora y otra de la vida a lo largo de la historia.
Y tras esto, el viaje de vuelta, esta vez con sol. Cena en casa y partido de hockey. Los Canucks, el equipo de la ciudad, ganó en la prórroga a muerte súbita. Ya nos hemos hecho aficionados acérrimos.
Fdo. Esther Olasolo

martes, 26 de abril de 2011

FUCHU AUSENTE, CARMEN SEXY

Hola! Nuestros cinco magníficos, la panda Fuchu, se han ido un par de días a Victoria, la capital de British Columbia. Está a orillas del Pacífico, en la Isla de Vancouver. Para ir allí tienen que coger autobús, SkyTrain, ferry... Bueno, supongo que (si les quedan fuerzas) os lo contarán hoy o mañana. Mientras tanto, os vamos a enseñar un vídeo de Carmen.

El caso es que nuestra peque anda un poco confundida con la palabra "sexy". La ha oído varias veces en nuestro programa favorito, American Idol. La dice mucho Jennifer López, especialmente cuando se refiere a uno de los concursantes, un joven barbudo y desaliñado pero muy salado que se llama Casey y que actúa y canta fenomenal. Os cuento todo esto para que entendáis lo que dice Carmen. No tiene desperdicio...



lunes, 25 de abril de 2011

JARDIN CHINO E ISLA DE GRANVILLE

Como no podía ser de otra manera, el tiempo ayer (domingo 24) cambió radicalmente. Vancouver volvió a ser la ciudad húmeda y tirando a fría de los últimos seis meses. Tampoco nos importó tanto porque teníamos guardado para un día lluvioso ver y disfrutar la Isla de Granville. Y allí que fuimos...

JARDIN CHINO:Tras el bus y SkyTrain de rigor (faltaría!!!) llegamos a los jardines Sun Yat-Sen. Es un lugar emblemático del corazón del barrio chino que ayer (PRECISAMENTE AYER!) cumplía 25 años y para celebrarlo tenían jornada de puertas abiertas con actividades especiales y entrada gratuita. La panda Fuchu, siempre tan oportuna, aprovechó la ocasión.

Los jardines Sun Yat-Sen son los primeros del mundo que se construyeron al estilo chino fuera de China. Les llevó un par de años terminarlos pero mereció la pena. Buscan tender puentes entre la cultura oriental y occidental y contribuir a mejorar la comunidad (china y local). Organizan talleres, encuentros, charlas, jornadas multiculturales... Ayer aprendimos sobre los grillos, croamos con ranas de madera (suenan 100% a rana, palabra!), las peques dibujaron caracteres chinos y repitieron sus números... Muy instructivo.

GRANVILLE ISLAND: Caminamos bajo la tímida lluvia hasta el embarcadero del Aquabus, el último grito en medios de transporte. Tras coger buses, trenes, SkyTrains, ferries y hasta funiculares, solo nos faltaba viajar en... UNA CASCARA DE NUEZ! Pues sí, eso es lo que parecen las minúsculas embarcaciones que surcan False Creek, el estrecho golfo que separa Downtown de Granville Island.

Ya en la isla (que realmente es una península) nos dedicamos a entrar en todas las tiendas, galerías, parques infantiles y locales varios que encontramos a nuestro paso. Cuando llegamos a la cervecería (son fabricantes y tienen visitas guiadas) Cristian propuso degustar los caldos locales y, ni cortos ni perezosos, nos sentamos y catamos seis variedades distintas, incluida la cerveza de temporada (no me preguntéis el nombre). Estaban todas ricas pero la que triunfó fue la de crema de sirope de arce. Suena empalagoso pero no, estaba estupenda.

Ya borrachos (de ver tiendas, porque nos tomamos seis cortos entre cinco), nos sentamos en el mercado a comer los bocatas que traíamos y dos pozales de arroz con curry indio que Toño y Cristian pidieron. Los labios se nos quedaron insensibles un rato largo, cómo picaba! Pero estaba tan rico... Después, hicimos dos grupetes para poder ver todo más tranquilos. Granville Island es un lugar para perderse y hay tantos locales que lo que procede es ir sin prisa y... explorar.

Sofía, Christian y yo (Toño Peña) echamos otra horita y un café más en Granville y volvimos a Downtown. Ya en Hastings, un autobús que no llegaba a su hora tuvo la culpa del plan B que organizamos. Primero, muy formales, fuimos a la tienda música clásica más grande que he visto jamás. Cristian y Sofía no se lo podían creer. Después, menos formales, entramos (y, tal cual, salimos) en New Amsterdam, un local famoso por sus humos marihuaneros. Al lado, por supuesto, había una tienda monográfica de Cannabis con camisetas y mucho merchandising relacionado con la famosa planta. Por cierto, el Cannabis es el primer producto agrícola (por delante de la uva, las frutas del bosque, las patatas...) de British Columbia. Por aquí las calles huelen... pues a eso.

Tras la horica de bus preceptiva, llegamos a Port Coquitlam y compramos unas samosas (empanadillas picantes indias) e hicimos unas palomitas para asistir a otro evento muy canadiense: los play-offs de la Stanley Cup, la liga de hockey hielo que disputan equipos canadienses y estadounidenses. Los Canucks de Vancouver quedaron líderes destacadísimos de la liga regular pero ayer perdieron el sexto partido de los play-offs y se jugarán todo mañana en el séptimo. Uy, qué miedo. Seguiremos informando!

sábado, 23 de abril de 2011

GROUSE MOUNTAIN BAJO SOL ABRASADOR

Cristina y Toño, los anfitriones, no nos podemos creer la suerte que está teniendo el Comando Fuchu con el tiempo. Tras un invierno aún más lluvioso que de costumbre (en marzo llovió 23 días) habríamos firmado porque lloviera un día sí y otro no. Pues mirad si tienen suerte que en seis días no les ha caído ni una gota. Y digo "les" porque el martes a ellos NO les llovió en Downtown y a nosotros SI nos empapó en Port Coquitlam. ESTO SI QUE ES SUERTE!!!

Hoy tocaba un clásico: subir a Grouse Mountain. Dijimos que había que reservar un día soleado... y han tenido un tiempo espectacular, ni una nube!!! Hoy hemos añadido un nuevo medio de transporte: bus-ferry-bus y... FUNICULAR! Para llegar a la montaña de Grouse sólo hay una posibilidad: coger un teleférico que en cinco minutos te planta arriba del todo. Los Toños queríamos ir andando pero el sendero está a tope de nieve y, además, lo tienen terminantemente prohibido. Bueno, había tanta nieve en las pistas que no nos ha penado lo más mínimo no haber intentado la aventura. Habría terminado en fracaso...

La subida en el teleférico ha sido emocionante, como siempre, pero aún más porque el pobre Cristian lo pasa fatal cuando está suspendido de cualquier cable. Según él mismo, debe dejar de ver Impacto TV. Bueno, al final superó la prueba, tanto a la ida como a la vuelta.

Ya arriba, nos dimos un pateo sobre la nieve (sólo había entre 4 y 5 metros bajo nuestros pies) y una vuelta en trineo. Como los osos siguen hibernando (ya les vale!) tuvimos que ver la película de su vida en un cine. Terminamos nuestra visita a Grouse Mountain comiendo en el chalet (así llaman a la única casa de la montaña) y sacando las fotos de rigor.

A la vuelta tomamos un helado o café en Lonsdale Quay (qué sol!) y cogimos el SeaBus (ferry) a Downtown. Un pequeño pateo por la ciudad... y a casa con el recado! Y así terminó el día más soleado y cálido de 2011.


VIERNES SANTO, VIA CRUCIS BICICLETERO PARA LOS CHICOS...

Hola mundo! Pues el viernes, tras cuatro días sin parar (autobuses y trenes arriba y abajo, excursiones, y un sinfín de aventuras y desventuras), la panda de Fuchu decidió tomarse un descanso. Bueno, nos dimos el día libre de viajes largos en transporte público, pero nadie habló de dar descanso a las bicis, NO?

Los chicos (Cristian y los dos Toños, Olasolo y Peña) queríamos marcha y cogimos las superbicis (la más cara costó 55 euros) para dar la vuelta al PoCo Trail, un sendero que circunda Port Coquitlam. Son 25 km llanos y tranquilos que discurren al margen del tráfico de la ciudad y casi van besando el río Coquitlam y el Pitt. También hay zonas boscosas con osos y coughars acechando, ardillas que se cruzan, castores que amenazan con derribar árboles a nuestro paso... Canadá en estado puro.

Como los 25 km se nos antojaban pocos para nuestro particular via crucis, alargamos la ruta hasta Minnekhada Lodge, la casa de caza y pesca donde durmió la Reina de Inglaterra (lo podéis ver en las fotos). Aunque estaba cerrada, nos dejaron dar una rápida vuelta que agradecimos enormemente. Hasta tuvimos tiempo de tomarnos un té virtual (ver foto!). Después aprovechamos para pedalear junto al lago (precioso!!!) y comprobar que se hace mucho mejor a pie. De paso, no asustamos a los patos y resto de avifauna de la zona.

Ya de vuelta, pasamos por la piscina de Hyde Creek. Mis compas de expedición se quedaron sorprendidísimos con las instalaciones. Algún día nos daremos un baño... También fuimos a comprar al súper para que Toñete nos preparara su mundialmente famosa "Ternera en salsa" (que acabamos de degustar, por cierto). Y aún nos dio tiempo a echar unas fotos a un mustang que vio Cristian.

Mientras tanto, las chicas de oro tenían otros planes... que rápidamente os van a contar ellas mismas.

...Y PORT MOODY PARA LAS CHICAS

GIRL'S VERSION

Nosotras en cambio fuimos a dar un paseo, de shopping, de fish &chips vamos lo tipico americano de un dia de fiesta. Pero sobretodo fuimos a la caza del oso, dice Toño (Manis) que no hay grizzlies, incierto hay muchos. De todos los tamaños y medidas pero ni uno bueno. Si cambia el panorama avisaremos a las interesadas.


jueves, 21 de abril de 2011

BOWEN ISLAND

SOFîA´S VERSION.
Bienvenidos a la nave del misterio. Aquí sabemos como empieza el día pero no cómo termina!
Hoy nos hemos levantado a las 7.30, hemos desayunado y antes de salir de casa hemos hablado con Spain!
Después de coger varios medios de transporte (como siempre, pero esta vez incluido el ferry) nos hemos dirigido a Bowen Island. En 3 horas de viaje (que nos es nada) hemos llegado a nuestro destino.
Como ya eran las 12.45 (hora de comer aquí) hemos ido a un super y hemos comprado pan, jamón de york y queso para hacernos unos sandwichs y a lo campestre nos lo hemos comido al lado de una carretera.
Nos hemos dirigido hacia un lago que hay dentro de la isla y hemos hecho toda la ruta que hay alrededor de dicho lago (2 horitas andando). El paisaje impresionante. Parecía que estábamos en la isla de la serie Perdidos.
Cansados ya, hemos ido a un pub y nos hemos relajado unos 10 minutos tomando algo hasta que salía el siguiente ferry. Hemos desecho el camino y a las 19.15 hemos llegado a casa casi sin sentir los pies.
Nos han recibido con una cena exótica (china y tailandesa) y luego a ver American Idol (en España sería como Operación Triunfo, pero mejor).
También hay que decir que el día soleado y con pocas nubes que esto es raro aquí.
Me despido hasta el siguiente post.

miércoles, 20 de abril de 2011

LYNN CANYON Y NEW WESTMINSTER

Hola mundo! Como ayer les pareció poco conocer un puente colgante (Capilano Suspension Bridge)... hoy hemos ido a otro (Lynn Canyon Bridge). No es tan alto ni tan largo, pero la zona es igualmente impresionante: bosque espeso de tejos, tuyas y abetos, pasarelas y escaleras de madera, un lago precioso... Sólo faltó el oso Yogui a la cita, aunque mejor que no apareciera porque estábamos más asustados que otra cosa. Comimos las sobras de ayer (pizza y quiches caseros) en el embarcadero del lago Rice. Además, visitamos el centro de interpretación del parque (muy recomendable!).

A la vuelta, paramos en New Westminster, el primer asentamiento urbano de Vancouver, para caminar por su tranquilo y elegante paseo y hacer unas compritas (cervezas!!!). Y llegamos a casa justo para cenar, como cada día (aquí se cena a las 6-7 de la tarde). Después de cenar se han quedado todos muy empanados y se han retirado rápidamente a sus aposentos, así que aquí estoy yo (Toño Peña) escribiendo una rápida crónica del día. Las fotos? Mañana, hoy no da para más...

martes, 19 de abril de 2011

LA PANDA FUCHU SE ESTRENA EN EL BLOG!

PALOMA'S VERSION
Hoy la panda de fuchu (los cinco) comienzan su historia en Canadá.
Desde por la mañana se han enfrentado solos a la gran aventura de partir hacia el parque donde se encuentra el puente de Capilano. Y bien digo aventura porque los anfitriones tenían que currar, los cinco como os podéis imaginar somos unos expertos del lugar .
Primero hay que coger el autobus 159,despues el skytrain,para pasar con el seabus a northvancouver donde por fin con el 236 se llega a destino. Como veis todo muy facil para esta cuadrilla .
Ahora que ya estamos en casa no os voy a dejar con las ganas de saber lo bien que nos a ido. Para ello os paso con la unica de Los Cinco que se maneja en ingles y que nos libra de casi todas.
ESTHER'S VERSION:
Pues sí, el trasiego de transportes ha sido todo un éxito de uno pasamos a otro sin esperar más de dos minutos. Tras unas dos horas de viaje alcanzamos nuestro destino CAPILANO SUSPENSION BRIDGE, cogemos nuestros tickets y comienza nuestro paseo por este parque. Primero pasamos sobre un puente colgante de 137 m de largo y 73m de altura, que se mecía tanto que alguno ha pasado un mal rato, una vez cruzado paseamos entre las copas de los arboles por pasarelas y nos encontramos con algún arbol con mas de 1000 años y como no al finalizar el paseo nos dirigimos a la tienda de souvenirs donde nos recibe un enorme oso (ver fotos).
Para terminar la jornada nos tocaba un poco de capi, asi que nos hemos ido a Chinatown, que junto con los coreanos son la colonia mas importante de la ciudad. Hechos polvo ya nos tocaba regresar, vuelta a coger transportes varios, esta vez nos ha salido gratis, aunque por poco nos bajamos en otra Mary Hill (calle donde nos tenemos que bajar). Mañana será otro día.

lunes, 18 de abril de 2011

SUN RUN E INVASION RIOJANA

Ayer, domingo 17, se presentaba ajetreado en la casa de la familia tronada. Para empezar teníamos la Sun Run (una carrera popular) y a mediodía recogíamos a la panda riojana. Vayamos por partes:

SUN RUN: Todos los años se organiza en Vancouver esta "carrera" de 10 km que reúne a 60.000 personas. Nos unimos a la marea humna y seguimos la corriente. Las peques iban con su patinete, pero tan enérgicas y emocionadas estaban que a ratos corrieron. El ambiente era espectacular: bandas de música, gente disfrazada (de banana, de gorila, de ratón), carteles, emisoras de radio con la música a tope... Todo un placer. Para colmo, hacía un día precioso (lo juro!!!). (vídeo)

A la altura del km 6 hicimos un regate a la derecha y nos quedamos en el MacMillan Space Center, el planetario de Vancouver. Tocamos mil naves, echamos cuatro fotos y vimos (sesteamos) un par de documentales galácticos. Nos demoramos en el planetario más de lo previsto y terminamos corriendo para coger un bus e ir directos en el Sky Train al aeropuerto.

INVASIÓN RIOJANA: A las 16:00 llegaron nuestros incautos (no saben la que les espera) visitantes, a saber: Esther, Sofía, Toño (Manis), Cristian y Paloma. Después de 14 horas de vuelo Madrid-Frankfurt-Vancouver aterrizaron en Canadá un poco descolocados por el avión y el cambio de hora... pero tan contentos. Las niñas les dieron abrazos mil (ver vídeo) y directamente los llevamos a nuestra humilde casa en Port Coquitlam.

Hoy, lunes 18, nos hemos levantado a las 6;30 porque había prisa y porque el propio jet lag (desfase horario) los ha despertado antes de tiempo. Hemos cogido nuestras bicis y cascos prestados (gracias vecinos y amigos!) y las hemos subido al West Coast Express, el tren que lleva en media hora al Waterfront, el corazón de Vancouver.

Hemos candado las bicis en la entrada de la estación y... a patear la ciudad! Lo primero, a cambiar dinero en nuestra oficina de cambio favorita. Lo segundo, café en Starbucks, otro clásico. Lo tercero, visita a nuestra querida biblioteca. Por más veces que vamos, ni nosotros ni nuestros acompañantes dejamos de maravillarnos.

Como el día seguía soleado, decidimos volver al Waterfront a desatar las bicis y empezar la vuelta del día. Resumiendo (porque me eternizo), hicimos 15 km por el perímetro ciclable de la ciudad: Canada Place, Convention Center, Pebetero Olímpico, Stanley Park, totem poles, English bay... Comimos en la calle Davie y rápidamente nos montamos de nuevo para terminar el recorrido que nos llevaría de nuevo al Waterfront. De ahí, a ver tiendas por Gastown: souvenirs, galerías, cafeterías...

Ya cansaditos, hemos cogido el tren de las 5:30 y enseguida a casita. Y aquí estamos, yo escribiendo este post y ellos por aquí rondando, somnolientos pero aguantando como jabatos. A ver si los acuesto!!!

sábado, 16 de abril de 2011

ArtWalk

Estos canadienses tienen unas ideas estupendas, o unas ideas que se adaptan muy bien a la pedrada de esta familia. Este fin de semana, la Ciudad de las Artes, que así es como llaman a Port Moody, celebraba su anual "ArtWalk", un paseo por toda la ciudad viendo obras de arte expuestas en distintas tiendas, centros recreativos, incluso en el local en el que vamos a conversar (o cocinar) "The Conversation": pinturas, esculturas, joyería, fotografías...
Salimos con nuestras bicis de casa a mediodía y a la altura de Coquitlam, como a unos 4 km de nuestro primer centro a visitar, el querido clima vancouveriano nos deleitó con su habitual lluvia. Toño llegó al Port Moody Arts Centre... digamos que humedo, pero nos refugiamos en esta galería y enseguida hizo amistad con las artistas que presentaban sus obras, que hasta hicieron una limonada para las niñas, perfectamente acompañada por cookies de chocolate. Ya sabéis quién se puso morada.
Cuando cesó la lluvia nos fuimos a la parte vieja de Port Moody, repleta de pequeños y encantadores rincones, como una librería de segunda mano en la que los libros estaban apilados del suelo al techo, cientos y cientos de libros en menos de 20 metros cuadrados; Casitas de principios del siglo XX en las que Ana quería quedarse a vivir, una de ella acogía una de las exhibiciones, pero resultó ser una tetería que vende a granel tés de todos los colores y sirve el famoso Afternoon Tea, con bollos, galletas, etc, etc. Para no perdérselo. Vamos que ya está en el calendario apuntada la cita.
De allí a Rocky Point Park donde aprovechamos que el viento se estaba llevando las nubes para comernos nuestro tradicional sandwich de atún, muy socorrido para esta clase de excursiones.
Allí mismo había varios locales con exhibiciones y en uno de ellos enseñaron a dos curiosos "pollitos" cómo trabajar la arcilla y hacer mugs, jars y cosas así. Lástima que al ir en bici resultaba un poco complicado llevarse el trabajo de vuelta a casa, más aún sin cocer, así que hicieron unos pequeños peces que perfectamente podíamos transportar de forma segura.
A muy poca distancia había otra "galería" que resultó ser una antigua estación de tren convertida en museo. A la entrada tenían un antiguo vagón-restaurante en el que tenían ropa de diversos tamaños para que se pudieran disfrazar de revisor o maquinista. Nada más verlo se lanzaron a cambiar su vestimenta para jugar a dirigir el tren. Todo un plan! Dentro de la estación, todo era de principios del siglo XX, hasta tenían un telégrafo en el que las niñas podían jugar a enviar telegramas.
Después de mucho trastear con todo lo que había por allí, nos fuimos a otro punto fuerte del "ArtWalk", el Recreation Centre, aunque aquí lo que más nos gustó fueron los cerezos en flor que había a la entrada. IMPRESIONANTES!!
Y ya de vuelta a casa, a descansar un rato del "pateo artístico", y luego dicen que el deporte no es cultura, LA CULTURA ES TODO UN DEPORTE, al menos para esta familia tronada que se va ya a la cama porque mañana, por si no teníamos poco con la invasión riojana que nos llega, nos hemos apuntado a la "Vancouver Sun Run", una carrera de 10 km por todo Downtown que empieza a las 9 de la mañana. Menudo madrugón nos espera. Hasta mañana, ZzzzzzZZZZZZ.

viernes, 15 de abril de 2011

miércoles, 13 de abril de 2011

Cooking class

Aquí el que se aburre es porque quiere. A Toño le parecía poco eso de tener una clase de conversación en la que puedes estar todo el día dándole al palique por 10 dólares. No sólo te pasas 5 horas hablando de todo, aprendiendo expresiones y conociendo otras culturas, porque cada uno habla de lo que conoce, sino que siempre tienes una tetera delante con té recién hecho, o café, según los gustos.
Nuestro querido Toño se puso el reto de dar una clase de cocina. Lo anunció una semana antes y nadie quiso perdersela, yo la primera. Muchas veces hemos ido a "The Conversation" con alguna quiche, pizza, crackers, o lo que sea hecho de casa y muchas personas nos habían preguntado cómo se hacía, así que Toño quiso darle más vidilla a la clase de inglés ofreciéndose a dar una clase de cocina y enseñar cómo hacer una "quiche". No es una receta muy española, pero en este sitio no hay cocina, sólo un horno, así que era lo más sencillo de hacer. Sólo había que preparar la masa y mezclar los ingredientes del relleno.
Todas las coreanas estuvieron super atentas a las explicaciones y tomaron buena nota de todos los pasos. Nos reimos mucho, sobre todo cada vez que Toño preguntaba si estaba sosa la masa o el relleno. Menos mal que no le hicimos caso, porque sino habría sido quiche en salmuera.
Es broma. Salió estupenda, como siempre y todo el mundo comió a base de quiche.
Lastima que justo cuando nos ibamos se puso a llover al estilo de aquí "cats and dogs, and squirrels and bunnies, all together". Llegamos los dos como sopas a casa, pero así es la vida del Biciclista, dura pero bien alimentada.


Cooking class

domingo, 10 de abril de 2011

A LA CAZA DEL CONEJO DE PASCUA!!!


Hay muchas veces que esperas poco de un día y después te sorprende... muy gratamente. Exactamente eso ocurrió el pasado domingo, 3 de abril. Llevaba lloviendo toda la semana (como ésta, como la anterior...) y el domingo había una actividad (buscar huevos de Pascua) en Minnekhada Lodge, una casa de caza en medio de un parque natural de los alrededores de Port Coquitlam. Cris y yo casi rezamos para que siguiera lloviendo porque no queríamos ir hasta este parque (queda a 9 km) y que luego la historia no fuera para tanto. Todo se confabuló para que fuéramos: no arrancó a llover (para variar!), las niñas tenían muuuuuuuuuchas ganas de ir y, además, el plan B era muy apetecible: si no aguantaban la excursión, nos quedábamos a medio camino, en Hyde Creek, dándonos un baño en la piscina de agua caliente, toboganes, etc. Así que no nos quedó otro remedio que sacar las bicis y prepararnos para cualquier cosa.

Nos pusimos en ruta y las peques no mostraron síntoma alguno de debilidad. No hay como tener un objetivo apetecible (cazar conejos de chocolate, en este caso) para que el esfuerzo les parezca mínimo. Pasamos delante de la piscina y dijeron que querían seguir. Pues nada, adelante! La pista ciclable pasó a ser una carretera secundaria y, poquito a poco, nos fuimos acercando. En una hora clavada nos plantamos en Minnekhada Lodge. Las peques se portaron como unas campeonas.

Una vez en la casa de caza empezaron las sorpresas. Es un caserón de madera precioso construido en 1934 (eso es casi la Prehistoria en Canadá) y en el que pasó una noche la reina de Inglaterra. Está rodeado de bosque y un lago impresionante. La casa la cuida una asociación que, además, organiza actividades cada domingo. Abren la casa a quien quiera llegar y compartir un rato de ocio. Estuvimos viendo una presentación de diapositivas del fauna y flora del parque, Ana tocó el piano (bueno, intentó acertar con algunas notas), hablamos con los organizadores, recorrimos la casa al drecho y al revés... Hubo, además, actividades organizadas: canciones en francés, una actuación de un perro y su dueña al ritmo de la música, exposición de fotos... pero, por encima de todo, destacaron dos cosas: la fuente de chocolate para mojar frutas varias (las niñas -y el padre!- perdieron la cabeza) y la caza de huevos de pascua. Había 5 o 6 niños que no pararon de buscar y rebuscar hasta encontrar 30 o 40 huevos cada uno. Lo pasaron de lujo. En Minnekhada Lodge nos encontramos, además, con la mitad de "The Conversation", el grupo de conversación que tan buenos ratos nos hace pasar. Parecía casi una visita privada.

La vuelta fue más dura porque las peques estaban cansadas y ya no había alicientes para pedalear. Muy en su línea, Carmen se plantó porque quería darse un baño en la piscina casi a las cinco de la tarde, cuando cerraban ya y amenazaba lluvia. Bueno, llegamos a casa con buenas vibraciones por haber conocido un lugar nuevo, gente muy interesante y amigable y... PORQUE NO NOS MOJAMOS!!!

sábado, 2 de abril de 2011

San Francisco!!!!

Tras jugar al escondite y adivinanzas, por fin ya está más que claro que el viaje sorpresa era... San Francisco! Y no era broma, era sorpresa. Las niñas no tenían ni idea de adónde ibamos, especialmente Carmen. Ana se olió la tostada en el aeropuerto de Seattle, aunque se habían levantado a las 4.30 de la mañana, no le cuadraba lo de volver a Vancouver en un avión que todo el tiempo decía, San Francisco. El caso es que llegamos a la supuesta Sunny California (tras el tsunami japonés las tormentas se han triplicado en la zona) y en el aeropuerto nos esperaba otro sol mucho más cálido, el de Ana, una amiga de la universidad que se afincó en estas tierras hace muchos años y que, afortunadamente, ella todavía se acuerda de mi... ya sabe ella porque lo digo.
Nos llevó directamente a su casa en Tiburón, al otro lado de la bahía de San Francisco, así que lo primero que vimos fue el majestuoso e impresionante Golden Gate Bridge, que nunca me cansaré de admirar.
El madrugón nos dejó a medio gas, así que nos hicimos fuertes durante un rato en su preciosa casa justo sobre el agua de la bahía de San Francisco, con guitarras que Carmen aporreó nada más llegar y un maravilloso perro, Beluga, que hizo las delicias de las niñas y de mis alérgicos pulmones.(Aprovecho para comentaros que la cebolla funciona tan bien como los anti-histamínicos, porque no tuve que salir corriendo a la farmacia). El hombre de la casa llegó un poco más tarde. David, el hombre tranquilo, congenió inmediatamente con las niñas, especialmente Carmen que lo utilizó de sillón o de saco de golpes porque no hacía más que subirse encima de él y acosarle, literalmente.
Un paseo por los alrededores, impresionantes, y una visita a un parque infantil en medio de un bosque de gigantescos árboles llamados "red woods", ayudó a tranquilizar a las fieras.
Al día siguiente una espectacular tormenta nos retuvo en casa, pero no nos importó lo más mínimo. Ana y yo a darle al palique, Toño a ratos con la piragua, haciendo turnos con las pasajeras y a ratos en la super piscina climatizada que había en la urbanización. El viernes ya nos lanzamos a comernos Frisco, hiciese el tiempo que hiciese... y salió el sol. Ferry desde Tiburón al Pier 41, así que la primera excursión por el camino. Parada en Sausalito, Golden Gate a la derecha, Alcatraz a nuestra izquierda y llegada en el centro de una de las zonas más turísticas de la ciudad, Pier 39, Fisherman's Warf, Cable Car para subir a Lombard St. y ver la famosa cuesta "Crookedest", fotos, fotos, más fotos y Carmenada en el Pier 39. Este embarcadero está abarrotado de tiendas, atracciones, restaurantes... de todo, y a la moza no se le ocurrió otra cosa que ir a su bola, pese a que le había advertido mil veces. El caso es que I panicked y movilicé al puerto entero, incluida la policía. Voy a dejar de ver Mentes Criminales, CSI y series por el estilo, porque siempre piensas en lo peor, más aún si estás en el país donde se ambientan. Inmediatamente apareció, pero la lividez no se me fue de la cara en todo el día, aunque a ella no pareció afectarle para nada porque siguió en la misma onda. Visita a los leones marinos, paseito hasta Embarcadero para coger un ferry tardió de vuelta a casita.
El domingo, Ana quiso llevarnos a Santa Cruz, hacia el sur. Su intención era enseñarnos también Monterey y Carmel, el pueblecito de Clint Eastwood, pero las dos horas de viaje, nos echaron para atrás y menos mal, porque después nos enteramos que las lluvias de esos días habían provocado un desprendimiento de tierra y lodo, cortando la carretera.
Santa Cruz fue una delicía. El mar lleno de cabezas agarradas a tablas, o sea, surferos. Parecía un hormiguero. Las niñas aprovecharon para mojarse, rebozarse en la arena y guarrear todo lo que pudieron. Almuerzo en un encantador restaurante llamado, Chocolate, donde nos pusimos las botas. Visita a la librería que comunicaba con el restaurante y más libros para la maleta!!! Yo no se si vamos a tener que volver en barco para poder llevarlos todos. De vuelta a casa, David nos tenía preparada una riquísima cena, barbacoa incluida. Este hombre no tiene precio. El mío, pamtoto!
Y llego el lunes, nuestro último día!!! San Francisco, allá vamos!!! Castro, el barrio del arco iris; Street-car, flipa que son todavía los de los años 50 y siguen andando; Union Square y viaje a la milenaria China, porque entrar en el Chinatown de San Francisco es como viajar a Pekín. De tiendita en tiendita nos fuimos acercando al TransAmerica Building, y pronto estuvimos en Macaroni! El restaurante en el que Tita Sandra había trabajado hace unos cuantos años. Allí estaba Mario, el dueño del local, que se acordaba perfectamente de la simpática y alocada española que había trabajado para él. Cafetito, fotos de rigor, recuerdos para todos y de vuelta a la calle. CityLights, una librería con mucho carácter, los alrededores del TransAmerica Building, y columpios en pleno Chinatown. Una situación un poco extraña, porque las niñas y otros niños, jugaban en la zona de juegos y a 10 metros, los chinos jugaban a las cartas y apostaban a no se que juego en pleno parque. Y dió la hora de la cena. Ana y David nos querían enseñar un restaurante chino muy especial. Era un sitio pequeño y nada lujoso, excepto la comida, porque fue lo mejor que hemos cenado en mucho tiempo y no tiene nada, pero nada que ver con lo que se come en los chinos de España. Simplemente, delicioso. Si a alguien le sirve de referencia, en la pared había varias fotos de famosos cenando allí, pero la única que tiene un significado en cuanto a buena referencia, es la de Jamie Oliver, el super chef inglés. House of Nanking es un must cluniario para todo aquel que visite San Francisco y está frente al Zoetrope, el edificio de Coppola y a 50 metros del Macaroni!
El día siguiente, ya es historia, al menos en este blog, porque es el día en el que volamos a Seattle y volvimos a casa. Por cierto, no hemos comentado lo barato y bien que se vuela con VirginAmerica, un lowcost que ya quisiera Iberia acercarse, las niñas están todavía aluncinando porque tenían hasta un mando para jugar videojuegos en la pantalla de su asiento. Aprovecho para darles de nuevo las gracias a David y Ana por ser tan magníficos anfitriones. LOL and XOXO.

viernes, 1 de abril de 2011

...Y SEATTLE A LA VUELTA



Pues sí, al volver de nuestro retiro californiano (el próximo post lo contará Cris) paramos nuevamente en Seattle. Nos pareció un exceso quedarnos hasta el día siguiente y renunciamos al ferry de vuelta a Victoria, etc. Era demasiado repetir un día completo en ferries, buses y trenes. Así, decidimos exprimir un puñado de horas en la capital del Estado de Washington y darle su tercera, y última, oportunidad.

No me convenció mucho Seattle las dos primeras visitas pero a la tercera... fue la vencida. No es la ciudad de mis sueños pero hay que reconocer que hay sitios con mucho encanto. Los dos que visitamos el martes 30 nos sedujeron para siempre:

PIKE MARKET: Es un macro-mercado tradicional en plan plaza de abastos pero multiplicado por diez. Hacen falta dos o tres horas para dar la vueltilla y conocer por encima los innumerables puestos. Las vistas a Puget Sound (así llaman al golfo de Seattle) son, además, fabulosas. Comimos en un restaurante viendo llegar y salir a los ferries. Después entramos en el primer Starbucks de la ciudad y del mundo. Ahora han proliferado como setas, especialmente en Norteamérica. Finalmente, las peques se subieron a un cerdo despistado que andaba por el mercau. Pobretico...

SEATTLE LIBRARY: De nuestra anterior visita en 2009 me quedé con rabia de no entrar a la Biblioteca de Seattle. Es un edificio muuuuuuu moderno por fuera e increíblemente original por dentro. No me alargo mucho porque ahí están las fotos. Recorrimos arriba y abajo la biblioteca y nos fuimos raudos y veloces a la estación de autobuses. Sí, decidimos volver en el bus de las 5. A las 8 ya estábamos en Vancouver y a las 9:30 en casa. Y, así, dimos por terminada nuestra escapada primaveral.

SEATTLE A LA IDA...

Seattle no es mi ciudad favorita. La he visitado por segunda vez y he de decir que no termino de cogerle el puntillo. Supongo que si hace un buen día (no he conocido tal cosa en Seattle) y tienes quien te enseñe los mejores rincones de la ciudad se puede disfrutar de lo lindo. Bueno, mal, lo que se dice mal, tampoco lo pasamos.

Llegamos el lunes a las mil y dejamos para el martes las visitas de rigor. No podía faltar el Museo de la Música. Es una experiencia muy particular en una ciudad que se precia de haber formado a muchos solistas y grupos que han marcado tendencia en la historia de la música: Jimmy Hendrix, Nirvana... El museo es muy intimista a la vez que interactivo: se puede escuchar música con cascos, en ordenadores, tocar instrumentos... También invitan a experimentar lo que sienten los artistas cuando suben al escenario en una grabación real en directo. Nosotros nos llamamos, cómo no, ROOSTER BAND (u sea, la Banda del Gallo). Yo hace tiempo que dejé de contar en esta ginecracia que tengo en casa...

El mismo edificio alberga también una exposición sobre Galactica, una serie de ciencia ficción (???). Para más información, contactad con la familia Gallo (a mí, que me registren).

Comimos en una super-plaza cubierta que tiene todos los tipos de comida que se puedan imaginar (mejicana, vietnamita, india, china..) y otros sucedáneos para matar el hambre (McDonald´s, Burger King...). Para terminar el día, visitamos el vecino Pacific Center, un Museo de la Ciencia con muchos puntos interactivos y animales varios. Lo mejor, el mariposario. Salimos del complejo montados en un monoraíl (ver foto superior) que atraviesa literalmente el EMP (Museo de la Música). Toda una experiencia!

Terminamos el día comprando cuatro viandas y cenando prontito en el hotel porque nos teníamos que levantar... A LAS 4:15 DE LA MAÑANA!!! Eso, con dos peques, tendría que estar prohibido. Menos mal que el viaje sorpresa (Ana y Carmen creían que volvíamos a Vancouver) mereció muuuuucho la pena.