Este finde tocaba ir a Downtown Vancouver (o sea, el puro centro de la ciudad con todos los rascacielos y demás) al Santa Claus Parade (desfile). Hacía un frío del demonio y anunciaban lluvias a la hora del desfile, pero allá que fuimos. Había muchas actuaciones (circo, música...), gorritas varias, dulces para todos y mil cosas más que seguro nos perdimos. Ser niño en Canadá es garantía de regalos y atenciones mil, ¡¡¡quien fuera peque!!!
Encontramos un sitio bueno en la escalinata de un museo y nos hicimos fuertes. Los pies se nos congelaron en el minuto uno y las narices no paraban de moquear. Para colmo, Santa se hizo esperar. Vimos desfilar a los bomberos, la Policía Montada del Canadá, majorettes, cheerleaders, ONGs, veteranos de guerra... Tras hora y cuarto de carrozas (vasi todas modestas pero muy animadas) y bailes de todo tipo, llegó Santa y en cero coma (por si hay algún adolescente leyendo el blog) terminó todo. Menos mal, porque los pies los teníamos al borde de la congelación.
Nos tiramos de cabeza a un centro comercial para calentar el cuerpo y el ánimo y... al STARBUCKS de Gastown, nuestra cafetería favorita. Estuvimos más de una hora recuperando temperatura y tb aprovechamos para ver cantar las horas al reloj de vapor (steam clock) que es el símbolo de Gastown, el barrio más antiguo y animado de Vancouver.
De vuelta a casa nos bajamos del SkyTrain para parar en Metrotown, un macrocentro comercial de cinco plantas con sopotocientas mil tiendas. Nos enredamos más de lo esperado y hasta nos perdimos en dos parejas (por suerte cada niña estaba con padre o madre). Llegamos a casa casi a las 8:00, una hora muy tardía para las costumbre canadienses. AY, SANTA CLAUS, COMO LA LIAS!!!
Que le ha pasado a santa Carmen en el dedo
ResponderEliminarespero que no le impida comer,PRINCESAS se os
ve estupendas,y a los papis tambien muchos. bss
Ay, ¡pero cómo os lo pasáis!
ResponderEliminares
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