domingo, 19 de junio de 2011

SÁBADO GAMBERRO, DOMINGO EMOTIVO

Este finde ha sido muy variadito. Por partes:

-EL SÁBADO estuvimos en la fiesta de cumpleaños de Shailin, una de las compañeras de Ana (la pocholada de la derecha en la foto). Se celebró en uno de estos macrocentros lúdicos para peques con mil toboganes, fosos de bolas, cochecitos... que abundan tanto por estos pagos. Son como un paraíso para seres diminutos. Como suele pasar, Carmen -que no estaba invitada- terminó en el cumple y saltó, bajó los toboganes, peleó con las bolas y comió tarta como la que más. Menuda tarde que pasaron todas las criaturicas!

Después nos fuimos a la fiesta del clinic de karate que ha tenido Norma durante cuatro días. Pensábamos que eran cuatro amigos jóvenes y fuertotes del mundo de las artes marciales pero no, era un grupo de lo más heterogéneo y había niños, barrigas varias, canas, calvas... Un variau, vaya. Ni siquiera eran todos de la zona, como pensamos en principio. Había gente de Ottawa, Quebec, Alberta... hasta de Japón! Vinieron de mil lados para asistir a un clinic. Esta Norma es la bomba! Por cierto, no tenemos fotos porque nos pareció mal ir de paparazzis a una fiesta de karatekas. Si se hubiesen liado a mamporros lo mismo habríamos terminado lisiados! Aparte de conversación amena, hubo muy buena comida, música y hasta bailamos. Las que animaron el ambiente fueron la propia Norma y su compañera de piso, la inefable Emma. Oiréis más de ella porque estará con nosotros (o al revés, nosotros con ella) los últimos días.

-EL DOMINGO teníamos planeado ir con las bicis a dar la vuelta a Stanley Park pero... a que no sabéis por qué tuvimos que anular el plan previsto? Sí, lo habéis adivinado, LLOVÍA! En el fondo, como tantas veces, tuvimos suerte. El plan B fue ir al centro de Vancouver a ver las calles y, sobre todo, los escaparates más castigados por los vándalos que aterrorizaron la ciudad la noche del miércoles tras la derrota de los Canucks en la final de la liga de hockey hielo. En el lugar de los escaparates han colocado planchas de aglomerado donde miles de personas (y hasta superhéroes como en la foto) han escrito dedicatorias, frases de recuerdo, dibujos... todo para desmarcarse de la barbarie de esa noche y destacar que Vancouver es una ciudad amable y civilizada. Podéis ver en las fotos algunas de las frases.

Tal vez conozcáis una foto -la de la izquierda- que ya es un icono en la ciudad (no sé si en el mundo): una pareja besándose en el suelo en actitud muuuuuuy cariñosa en medio del fragor de la batalla entre policías y vándalos. Es una imagen impactante. La pareja ya ha hablado en los medios: la chica se volvió histérica ante la barbarie que la rodeaba y cayó, presa del shock, al suelo. El novio la estaba reconfortando de forma cariñosa cuando un fotógrafo tomó la instantánea. Brillante...

También fuimos al Starbucks que hay al lado de la librería Chapters. Sí, aquél en el que Paloma tomó un café con su querido Terry y donde él le ofreció en la yema del dedo miel. Ay, QUÉ HISTORIA TAN BONITA!!! Bueno, pues volvimos al lugar de los hechos y, para nuestra sorpresa, Terry no estaba allí guardando la ausencia -me parece que está perdiendo la paciencia- y a cambio nos encontramos el rastro de los vándalos. Sí, ni siquiera respetaron la memoria de Pamola y Terry y se liaron a mamporros con los cristales. QUÉ BÁRBAROS!!!

Los días posteriores a los actos de vandalismo del miércoles 15 se ha desatado una ola de indignación entre la ciudadanía que se refleja en los medios, en los carteles acusatorios que véis en las paredes, en páginas web para ayudar a la policía a identificar a los vándalos, etc. Es curioso cómo toda la sociedad se ha enfrentado, a cara descubierta, a estos alborotadores. El chico rubio de la foto pertenecía al equipo de waterpolo olímpico y estaba becado. Se le ocurrió la feliz idea de prender fuego a un coche de policía mientras estaba rodeado de cientos de personas, la mayoría con móvil y grabando la escena. No ha sido difícil, pues, identificar al mentecato, que por supuesto ha perdido la beca y ahora se somete al escarnio público. Hoy hemos escuchado en las noticias que ni él ni su familia se atreven a salir de casa por miedo a todas las amenazas que han recibido. Ver para creer. La verdad es que muchos de los que acusan están cruzando líneas peligrosas y se comportan con el mismo fanatismo que denuncian.

Por la tarde fuimos a Commercial Drive, una calle muy alternativa (al estilo San Francisco) donde se celebraba el Día sin Coches. Allí habíamos quedado con la dramaturga, escritora y actriz Carmen Aguirre. Pero eso lo contamos otro día porque merece un post en exclusiva. Abrazote, Toño.


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