Miércoles, 2 de marzo. No eran ni las diez y media de la mañana cuando oímos llamar a la puerta. Ana fue la primera en levantarse del sillón y correr hacia la entrada. Era un día normal de escuela, pero la pequeña princesa no se encontraba del todo bien. Un virus estomacal rondaba por el colegio y no iba a ser ella la desagradecida que rechazase albergar, por un par de días o tres, a un minúsculo y desamparado germen. Así que se lo trajo a casa, bien cubierto y calentito en su barriguita, para compartirlo con todos nosotros, porque intentó varias veces dejarlo salir por su boca, aunque el bicho se negaba a abandonar a su anfitriona. Ni padre, ni madre estábamos dispuestos a aceptarlo. Carmen intentó compartir el bichito, pero su sistema digestivo no está hecho para desperdiciar ningún alimento, así que optó por una forma más habitual y menos escandalosa para darle salida.
Tras estas pequeñas y escatológicas explicaciones, retomo el hilo de la historia. Ana corrió hacia la puerta, aunque yo me adelanté para ver quién llamaba. El cartero. Abrí y el hombre sostenía en su brazo un voluminoso paquete que venía a entregar. "Mami, mami, What is it?" . A lo que el cartero contestó, "a Christmas present". Tardió, pensé yo, porque recibir en marzo un regalo de Navidad no es precisamente oportuno. Firmamos la entrega, y llevamos el paquete a la mesa de la cocina, sin saber lo adecuado del lugar.
Ana no podía esperar ni un minuto, quería abrirlo a toda costa. Y así lo hicimos, tijera en mano para cortar el embalaje. Lo primero era ver el remite. Oviedo, Ana... Tita Ana y Tita Marta!!!
"¡Mamá, es un regalo de cumpleaños!". Puede que tengas razón, le contesté. Al abrir la caja, vi que era algo más que un regalo de cumpleaños, era todo un desafío a las leyes de inmigración americanas.
Las osadas titas e inmejorables amigas, se habían saltado todo el control de aduanas simplemente declarando el contenido del paquete como lo que era: Artesanía Asturiana.
Un arte ha sido lo suyo. El paquete, de ahora en adelante, cofre del tesoro, contenía toda suerte de viandas asturianas: queso Vidiago, Porrua, Gamonedo, ¡GAMONEDO!, Cabrales, ¡CABRALES!, un kilo de Fabas, y ¡COMPANGO! Chorizo, morcilla, lacón, panceta... Se me caen las lágrimas, al tiempo que se me hace la boca agua. Estoy al borde de la deshidratación!
Paté de oricios y dos cajas de Moscovitas... Ambas nos mirábamos, especialmente Ana vigilaba que mis ojos no se saliesen de sus órbitas. Miré y remiré cada queso una y otra vez para asegurarme de que eran reales. No dejaba de repetir una y otra vez, ¿cómo lo han hecho? No daba crédito a lo que tenía antes mis ojos, y no veía el momento de poder compartir el "premio gordo de la lotería" con Toño. Y todo, cinco días antes de mi cumpleaños!!!
La sincronización no podía haber sido mejor. Teníamos prevista una cena el viernes con nuestras nuevas, aunque ya de toda la vida, amigas españolas, Isabel y Lolita. Ellas serían las primeras en degustar los magníficos quesos asturianos, porque lo de hacer una fabada para cenar, no me parecía lo más indicado. El sábado teníamos la crazy "pot-luck party", y tampoco era un momento para compartir ninguno, NINGUNO, de los tesoros. Pero, el domingo habíamos quedado con nuestros queridos Tillat y Farooq, y con ellos sí que ibamos a disfrutar de las viandas, aunque sólo los quesos y las moscovitas, porque no comen cerdo.
No habíamos tenido tiempo de guardarlo cuando Liesa, nuestra casera, apareció repentinamente en casa. Tenía que recoger unas cosas del sótano. Ana le enseñó emocionada todo el contenido del "cofre del tesoro" y Liesa tampoco salía de su asombro, "¿cómo ha pasado la aduana? Eso es algo que pasará a la historia y formará parte del palmarés de Ana y Marta.
Con tanta emoción, le mañana se escapó entre los dedos y hasta le dió tiempo a Toño de volver del instituto (sí, de vez en cuando va a "trabajar"). En cuanto llegó, Ana le enseñó el tesoro y fijamos una fecha con Liesa para hacer la fabada.
El 13 de marzo sería la fecha señalada.
... TO BE CONTINUED
saludos,,,,,SUPONGO QUE DESPUÉS DE LA FABADA DE TRABAJAR NI HABLAR Y HABRÉIS ADVERTIDO A VUESTRA INVITADA...DISFRUTAR
ResponderEliminarMILA
Menudo sorpreson con lo típico de Asturias, que menos que nuestra amiga se lo merezca para su gran día, cuando vengaís lo celebraremos todos aquí.
ResponderEliminarBesikos para todos
La familia de la Condamina
Vivan las titas Ana y Marta! Pero que osadas que son! Me parto. Super regalazo de cumpleaños.
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