jueves, 27 de enero de 2011

¡Hola y Adiós!

Así fue el 14 de enero (¡Madre que retraso llevamos!). Un día de bienvenida y despedida, porque dos buenas amigas renunciaron a un par de días en Whistler para hacernos una visita en Vancouver. Miriam y Nik, cambiaron su último fin de semana en la nieve por un fin de semana en Downtown. ¿Para vernos o porque las piernas ya no admitían más bajadas? Para vernos, por supuesto, que para eso son dos campeonísimas, DEPORTISTAS, con mayúsculas.
Fue una sorpresa muy agradable verlas aquí, aunque lo cierto es que es más fácil encontrarse con ellas en el extranjero que en España. Le dijo la sartén al cazo. Anyway, dimos un pequeño recorrido desde Robson hasta.... Sí, habéis acertado, la Biblioteca!!! No deja de ser nuestra segunda casa, así que es de obligada visita para todo el que viene a vernos. Ellas supieron apreciar ese fantástico tercer piso en el que puedes encontrar cientos y cientos de libros sobre deporte y, en especial, sobre Mujer y Deporte. Las niñas, en cambio, se lanzarón de cabeza al sótano, lugar reservado para la zona infantil, y Ana volvió a cargar 12 libros más de Fairys. Me pregunto cuántos hay, porque nunca se acaban.

De allí seguimos por el centro y paramos a comer en un japonés estupendo, del que no teníamos ni idea, pero lo cierto es que dimos en el clavo. Nos pusimos de sushi hasta las botas, las niñas comieron calamares y pollo a la japonesa. Estaba todo buenísimo. Sobre todo, la compañía. ¿Alguna se acuerda del nombre? Creo que estaba en Granville street, pero la verdad es que no me fije y es un sitio para repetir.

Del japonés bajamos hasta Waterfront, para hacer las fotos de rigor con el pebetero olímpico y acercarnos a Gastown. Había que tomar un café en nuestro Starbucks favorito, y ya no sólo por el sitio, si no porque no paraba de llover y empezábamos a necesitar secarnos.
Lo peor es que ahí terminaba nuestro encuentro, porque teníamos que llevar a la tita al aeropuerto. Dos despedidas en una. Demasiado para las niñas.
La verdad es que yo no estuve muy lista, porque podía haber despedido a Sandra en el aeropuerto, y volver a downtown con Miriam y Nik, porque da gusto estar con ellas y hablar, especialmente de deportes, qué se le va a hacer una tiene la pedrada que tiene, pero una noche de chicas por Vancouver habría estado muy, pero que muy bien. Vamos que todavía estoy dándome cabezazos por las esquinas cuando lo pienso, aunque con la llorera que se pilló Ana ante el control de pasaportes en la terminal, difícilmente habría aceptado que yo me fuese a ninguna parte.

El caso es que desde que se han ido todas las visitas, las defensas han debido de caer en picado porque estamos los cuatro medio resfriados, que si unas con dolor de cabeza, otras con dolor de espalda y uno con una importante gotera en su no menos importante nariz. Así que necesitamos visitas que estimulen nuestro sistema inmune. ¡A buscar vuelos! Aunque sea para tener que decir ¡Hola y Adiós!


Buuuaayyy, buuuaaay, Tita...

lunes, 24 de enero de 2011

UN GALLO MAS EN EL CORRAL

El año nuevo nos trajo un regalo esperado: tío Chus vino a visitarnos a Vancouver. Hasta ahora no le habíamos dedicado un post por falta de fotos! Pues nada, hemos rescatado las pocas que tenemos (tía Sandra, pásanos fotos de Whistler!!!) y vamos a hacer un refrito.
Chusín vino a comerse Vancouver y toda su nieve.

El primer día, sábado, fuimos a buscarle Cris y un servidor, Toño, al aeropuerto, como hacemos con todos nuestros sufridos visitantes. Después de 14 horas de vuelo merecen una calurosa bienvenida, NO? Pues eso.


El domingo visitamos nuestra querida biblio en Vancouver y Granville Island, otro lugar muy especial.

El lunes esquiamos en Grouse Mountain. Para los que no lo recordéis, Grouse Mountain es la estación de esquí más cercana a una ciudad en el mundo. Sólo está a cinco kilómetros del centro de la ciudad. Las vistas desde allí arriba -y desde el funicular que sube a la estación- son increíbles, especialmente un día soleado como aquel lunes. A Sandra se le olvidó la cámara y sólo sacamos con la nuestra (así son, claro). Prometemos jubilarla en breve.

A partir del martes 4 comenzaron las clases para las peques y para los mayores. Sí, aquí no saben de Reyes. Sandra y Chus dedicaron el día a visitas turísticas, compras... De miércoles a viernes se fueron en busca de la, supuestamente, mejor nieve del mundo: la de la estación invernal de Whistler. El tiempo no les acompañó pero se pudieron tomar unos chuletones y esquiar a ratos. El viernes por la noche nos pillaron en plena cena con Tillat, Farooq y Fabiola, así que se sumaron a la fiesta. Y el sábado 8 dio tiempo a lo justo. Bueno, a un listo le sobró para levantarnos la bici del jardín de casa. Bueno, no me repito porque ese capítulo ya lo comentamos. Por cierto, llamamos a la policía para que abrieran un informe por robo y vinieron a conocer los detalles a las 11:10 de la noche, con la luz de la sirena y todo! Muy amables, nos dijeron que el patinete nos lo podemos quedar. Qué salados!
Pues ahí terminan los 8 días de Chus en Vancouver. Se nos hizo muy corto, tío! Por cierto, Carmen todavía sigue en jarras porque Chus se fue a Whistler en vez de quedarse con ella (que pasa el día en el cole) en Port Coquitlam. Criaturica!

Grouse Mountain Ski Resort

viernes, 21 de enero de 2011

¡Exclusiva! Carmen recibe un certificado

Canadian Blues, ha podido saber que Carmen iba a ser reconocida durante la asamblea general que se celebra en Central School todos los meses. Carmen, ha recibido un certificado que demuestra su entrega y trabajo desarollado durante estos últimos meses en Canadá.
Esta redactora tuvo que abandonar su exámen de inglés para poder llegar a tiempo al acto y recoger pruebas documentales del evento. (Eso sí, primero tuve que pasar por casa para quitarme toda la ropa que traía mojada porque alguién se había dejado abierto el grifo en el cielo).

La homenajeada declaraba a la salida: "Am I dreaming, am I dreaming?!
Nosotros, también. Nos frotamos los ojos varias veces cuando vimos el certificado, pero no por el hecho del certificado, sino por lo que decía: "Leader in taking her time and adding a lot of details to her artwork".
I can tell! Vaya que si se toma su tiempo, para todo. Ella va a su ritmo, pero en el cole es un punto a su favor, porque en cada ejercicio que hace se toma su tiempo en decorarlo y dejarlo a su gusto.

El caso es que ha tenido su momento de gloria en la asamblea. Estaba emocionada y feliz con el resto de compañeros que recibían también un reconocimiento frente a todos los miembros de la escuela. A esto le llamo yo darle alas a los escolares y animarles a seguir trabajando y sentir la escuela como algo muy importante. Además, Carmen había recibido de manos de la directora su "tooth necklace", ese collarcito con una cajita en forma de muela en la que los niños pueden guardar los dientes que se les caen. El collar tiene su historia, pero merece un post aparte, porque tenemos que recuperar la carta que escribió a mano Carmen para la directora, pidiéndole en su inglés que comprase ese tipo de collar para dárselo a los niños de la escuela que pierden dientes. No se pierdan esta nueva exclusiva!

Este viernes, también era especial porque la asociación de madres y padres había preparado en el colegio una "Movie Night". Los niños y niñas podían ir en pijama, con sus sacos de dormir, sus almohadas y allí tenían todo tipo de "goodies" que podían comprar. La entrada para la familia era de 5$ y la película que se proyectaba en el gimnasio del colegio era un estreno en DVD: "Alpha y Omega".
La película, lo que se dice la película, no valía mucho, pero lo que no tenía precio era ver el gimnasio del colegio sembrado de niños y niñas en pijama, echados sobre mantas, sacos de dormir, con almohadas y cojines, unos mirando a la pantalla, otras jugando con su compañera, otros corriendo alrededor, algunos haciendo cola en la mesa en la que vendían palomitas, gominolas y todo tipo de snacks. Las niñas se colocaron con sus respectivos amiguitos y disfrutaron como nunca, porque es una experiencia irrepetible. Miss Tambelilni, la directora, estaba alli poniendo orden y ayudando a las madres que estaban al cargo del evento, y cuando la película terminó, se quedó recogiendo con los padres y madres las sillas, limpiando, cerrando... No tiene precio esta mujer.

sábado, 15 de enero de 2011

LIESA FOREVER!!!

Como ya os hemos contado otras veces, Canadá nos mima muuuucho. Por la razón que sea (debemos tener cara de familia adoptable) varias personas se están volcando con nosotros. Entre ellas, Liesa merece un capítulo aparte. A modo de ejemplo, os contamos esta semana:

-MARTES 11, DE COMPRAS AL COSTCO: cada mes la voluntariosa Liesa se planta en casa y nos lleva al mega-hiper-supermercado COSTCO a hacer la compra mensual. Cada vez que vamos dejamos entre 300 y 500 dólares. Llevamos camino de que nos nombren clientes predilectos. Bueno, el título sería para Liesa, la dueña de la tarjeta de socia. Sí, para comprar en Costco debes ser socio y conseguir la consiguiente tarjeta. Pues allí que fueron Ana, Cris y Sandra a hacer la compra. La tita está hecha una shopaholic, goza más en una tienda que un niño encerrado en una tienda de chuches.
-JUEVES 12, CENA Y CUENTOS CON LIESA: Nuestra casera y amiga vino a cenar a las 7, hora mú canadiense. Después nos quedamos de tertulia tranquilamente y ella contó cuentos a Carmen. Por cierto, a nuestra peque se le cayó un diente en la cena y Liesa tuvo una buenísima idea: animarla a escribir una carta a la directora pidíendole que inaugure una nueva tradición: hacer un collar con los dientes de los niños el cole que los van perdiendo. La cara de expectación de Carmen atendiendo a Liesa para saber qué y cómo escribir era todo un poema. A día siguiente la propia Carmen le entregó a la directora, Miss Tambellini, una carta con la propuesta. Veremos si cuaja...
-VIERNES 13, ESCAPADA NOCTURNA!!!: Ayer hicimos algo que hasta ahora no habíamos hecho en cinco meses, SALIR A TOMAR UNA CERVEZA POR LA NOCHE!!! No vale reírse, que esto es muy serio. Santa Liesa y santo Dave vinieron a recogernos a Sandra, Cris y a servidor para sacarnos a que nos diera el aire. Que con quién se quedaron las niñas? Pues con las vecinas, que hicieron de babysitters.
La escapada nocturna fue... muy particular. Nos fuimos a un casino a ver una actuación musical de un grupo que canta todo el repertorio de Neil Diamond, el de "Sweet Caroline", os suena? Pues ésa. Pero antes de sentarnos a escuchar el concierto nos dimos una vuelta por el casino. Jamás habíamos visto tantas máquinas tragaperras juntas (calculamos unas mil), ruletas rusas, mesas de black jack... Por cierto, las cervezas nos supieron a gloria y la escapada se quedó en tres horitas. No está mal para la primera salida, no? Ya sabéis, todo es empezar...

BURNABY VILLAGE

El 29 de diciembre fuimos los cinco (Sandra tb, of course) a Burnaby Village. Que qué es eso? Pues un museo etnográfico y un parque temático de la Canadá de hace 80-100 años. En Burnaby Village puedes visitar la casa de los granjeros (conservada tal cual era), la escuela, la iglesia, el colmado del pueblo con todos sus detalles y productos a la venta, el banco, el bar, la botica, la imprenta... Por no faltarle, ni la fragua (con un herrero actuando en directo) ni un verdadero cine donde proyectaban "La fiebre del oro" de Chaplin. Fue un espectáculo para nuestros sentidos y un paseo muy evocador por el pasado de Canadá y por nuestra propia infancia.


Ah, se me olvidaba! La última etapa de la visita fue el carrusel de época (las peques se montaron, faltaría!) y un tren de más de un siglo totalmente rehabilitado. Volveremos a Burnaby Village, las dos horas que estuvimos nos supieron a muy poco.

(Cris) Se le ha olvidado también QUE NOS FUIMOS AL CINE!, pero al de ahora. Ese mismo día, después del viaje en el tiempo, fuimos a nuestra primera película en pantalla grande, y en 3-D: "Tron: the Legacy", aunque para Toño era demasiado y se metió en otra sala a ver "True Grit", aunque no se enterase de nada... Las sesiones empiezan a las 12.30h, nosotros cogimos la de las 3. Por cierto, que descubrimos una cosa, aquí no hay opción de escoger fila, ni asiento. First get, first served. O lo que es lo mismo: %&# el último. Y por primera vez, me metí en el cine con un café en la mano, en lugar de palomitas. Sí es que no hay quien se haga a los horarios de aquí.

martes, 11 de enero de 2011

FIN DE SEMANA PLENO DE VIDA SOCIAL

Algunas veces nos hemos quejado, y con razón, de lo difícil que es relacionarse socialmente en Canadá. La gente vive más de puertas adentro y la calle está prácticamente muerta. Pues este fin de semana fue todo lo contrario, ¡¡¡vida social a tope!!!

VIERNES 7, CENA CON LOS KHALLID: Nuestros amigos Tillat y Farooq vinieron desde North Vancouver (pobreticos, hora y media les costó llegar con el tráfico) a cenar a nuestra casa de Port Coquitlam. Nos trajeron dos estupendos regalos, uno para los mayores (una exquisita tarta de queso especialidad de Tillat, finger-licking good!!!) y otro para las pequeñas (vinieron con Fabiola, una joven brasileña que está alojada en su casa). Llegaron prontito, con tiempo de ver preparar la coca (tomates, pimientos, cebollas y berenjenas asadas y todo ello sobre una pasta al horno) y la tortilla de patata (no necesita explicación, no?).
Cenamos mú a gustito y a los postres llegaron Chus y Sandra de Whistler, una estación de esquí a 3 horas y media de casa. Sí, está lejos pero dicen que es la mejor nieve del mundo.

SABADO 8, DIA PARA OLVIDAR: Este día nos pasó de todo y casi nada bueno. Lo que no falló fue el bus ni el Skytrain y Chus llegó al aeropuerto safe and sound y su avión salió en hora (al tiempo que escribo este post -15 de enero- me dice Cris que el de Sandra lleva dos horas de retraso). Bueno, nuestras aventuras y desventuras del día ya os las contamos en la entrada anterior, así que me lo salto.
DOMINGO 9: QUE BIEN, QUE BIEN, HOY COMEMOS CON ISABEL: Amaneció un día precioso y nos fuimos con las bicis (servidor llegó corriendo porque un gracioso/a nos guindó la bici de Cris) a casa de Isabel, nuestra nueva amiga catalana. Conocimos a Isabel un mes después de llegar a la salida de un supermercado. Desde entonces nos habíamos encontrado un par de veces y teníamos pendiente una comida en su casa. Pues el domingo 9 llegó el día.
Picamos un poco de todo en casa de Isabel con sus hijos Armand y Julia y con su amiga Lolita, una estupenda mujer de vida harto azarosa. A los 16 años se fue de España y ha vivido en un puñado de países, Irán y Arabia Saudí entre ellos. Tiene mil historias para contar, y a cuál más interesante.
Como había salido un día soleado -para variar- nos fuimos con sus coches a conocer el lago Butzen y la zona de Belcarra, la entrada de un golfo/fiordo que tenemos a tiro de piedra de casa. El paisaje es espectacular en ambos parajes. Habrá que volver en primavera.
Volvimos a casa de Isabel a tomar café y allí nos quedamos hasta las 6 de la tarde, una hora tardísima para las costumbres canadienses. Isabel y familia son unos estupendos anfitriones, ¡el día fue una gozada!

domingo, 9 de enero de 2011

Y SI BORRAMOS EL DÍA 8 DE ENERO DEL CALENDARIO?

Ayer nos debimos levantar todos con el pie izquierdo, nos miró mal un tuerto, pasamos debajo de una escalera, se nos cayó la sal o yoquesé! El caso es que todo nos salió muy torcido desde el punto de la mañana.

Cris se levantó con una URTICARIA que no se aguantaba ni ella misma. Lleva una semana que le pica todo: ¿será el vino blanco, las gambas, las ostras de la Nochevieja? Sea lo que sea, no para de rascarse y rabiar por las esquinas. Pues ayer los picores fueron especialmente virulentos; de hecho, no pudo ni acompañar a su hermano Chus al aeropuerto. Ana también se encontraba flojita y no quiso ni salir a dar una vuelta con los demás por Port Coquitlam. Lleva un par de días con dolor de cabeza y tripa, ay!

Para avanzar en los preparativos para salir de casa (quien tenga peques sabe que ponerse en marcha cuesta horrores) bajé a sacar las bicis. No vi la de Cris fuera pero sí la mía, que estaba candada. Miré dentro y tampoco. Ummmm, me temí lo peor al momento. Pregunté a Cris si la había dejado en algún lado (cole...) y su cara me lo dijo todo. ¡¡¡ME HAN ROBADO LA BICI!!! Pues sí, nos levantaron la bici en el patio de casa. En descargo del ladrón hay que decir que a cambio nos dejó un patinete apoyado en la valla exterior. Dedujimos que venía en patinete y que le gustó mucho más la bici de Cris como medio de transporte.

Para terminar el día tonto del año mi ORDENADOR ha dicho ¡HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO! Me lo prestó el bibliotecario (tienen 20 ordenadores de préstamos en la biblio del instituto) y, aunque amenazó con ponerse en huelga en octubre, hasta ahora había funcionado de perlas. Hay días que trabajo con él 10 y más horas, así que no se le puede echar nada en cara a al pobre Mac. Lo peor es que el último back-up (grabación de contenidos en un lapiz de memoria) lo hice el 4 de enero y he perdido la unidad didáctica de Balonmano, que ya estaba casi terminada, AY!!! Me da una pereza volver a empezarla... Bueno, peor habría sido perder más unidades. Menos mal que cada dos-tres días hago back-ups. Pensaba hacerlo justo al terminar la UD de balonmano, CACHIS!!! Esta semana me tendré que comprar otro ordenador.

Lo único que salió bien es que Chus y yo llegamos al aeropuerto con tiempo de sobra, tratándose del "Día Tonto del Año" perfectamente podríamos haber perdido el vuelo. EL QUE NO SE CONSUELA ES PORQUE NO QUIERE!!!

miércoles, 5 de enero de 2011

iJam para Reyes

Desde estas lejanas tierras sólo pedimos una cosa para Reyes. Sabemos que es lo más nuevo en tecnología, pero no hemos conseguido encontrarlo en las tiendas de Canadá ¿Sabe alguien si lo exportan? Por si no sabéis de qué os estamos hablando no tenéis más que echarle un vistazo al vídeo. Lo explican todo, todo, todo.
¡Lo que daríamos aquí por pillar uno de estos. Con el iJam Nano nos conformábamos!

domingo, 2 de enero de 2011

Doble Nochevieja, turístico Año Nuevo

Vivir tan lejos tenía que tener alguna ventaja. La primera que el Polo Norte está tan cerca que Santa Claus llega antes, incluso por la mañana; La segunda, que las 9 horas de diferencia con España nos han permitido tomar las uvas a las tres de la tarde, en conexión directa con toda la familia de Fuenmayor, y volver a celebrarlo por la noche. La principal diferencia es que mientras la mesa que veíamos en España estaba llena de comida y muchas personas queridas, la nuestra tenía arroz con huevos fritos y las mismas caras de siempre. ¡Qué bueno que existe Skype! Lo de la videoconferencia te permite ver a todo el mundo y "sentarlo" a tu mesa. Este año las niñas decidieron que se iban a tomar las uvas con las 12 campanadas, en lugar de los conguitos de otros años, y el atasco fue ¡fantástico! Teníamos también La 1 por Internet. Las campanadas llegaban con retraso porque no coincidian las de Internet con las que desde Skype nos cantaban en Fuenmayor y Carmen ni se molestaba en masticar, metía una tras otra en la boca hasta que sus mejillas alcanzaron el tamaño de los carrillos de Dizzie Gillespie tocando la trompeta. Por un momento temí que las 12 uvas saliesen disparadas contra la pantalla del ordenador y enterradas en el teclado, pero sorprendentemente se controló y vació la sobrecarga en la taza que previamente había contenido las uvas.

Con un nivel tan elevado de emoción, era difícil mantener una tarde tranquila y sosegada. A eso de las 4, Karen, otro de nuestros ángeles canadienses (es increible lo bien que se porta la gente con nosotros, a lo mejor es que tenemos cara de cachorros abandonados porque aquí nos adoptan enseguida), nos visitó acompañada por dos sobrinas de la edad de Ana y Carmen, así que las niñas estuvieron más que entretenidas jugando con sus nuevas amigas, mientras nosotros le dabamos al idioma con un té de jazmin con maple syrup. Karen, que no sabe presentarse en una casa con las manos vacías, apareció con una super ponsetia, una botella de vino blanco (que apenas tuvo tiempo de conocer la nevera) y un kit para montar una gingerbread house.
A eso de las 5 y media, Karen se despidió y nosotros decidimos preparar la cena: unas tartaletas con carne de cangrejo, gambas a la plancha, salmón al horno (aquí no saben qué es un besugo) y macedonia de frutas. El problema fue que mientras organizabamos la comida quisimos hacer aprecio del regalo de Karen: las niñas montaban la casa de pan de jengibre y nosotros catámos el vino... YIHIEEEE, la tarde se volvió un poco loca. Después de 4 meses de total abstemia, el caldo del valle de Okanagan recorrió nuestro sistema circulatorio a la velocidad de la luz, porque alcanzó nuestras cabezas al primer trago.
La casa de jengibre empezó a tener carámbanos colgando del techo, el cangrejo saltó de la lata a las tartaletas haciendo una doble pirueta, las gambas se tumbaron a la bartola en la plancha y al salmón no hubo forma de convencerle de que se volviese besugo, ni dándole una copita de vino para ver si se animaba. Nada, no hubo forma, se quedó igual de seco que siempre.
La verdad es que nadie miraba la temperatura del horno, ni el tiempo que llevaba la comida en el fuego. La culpa fue de George Michael que se empeñó en cantar canciones muy bailables y Toño se soltó la melena, la camiseta y todo lo que se le puso por medio para explayarse a gusto en la improvisada pista de baile que había en medio de la cocina.

El resto... es historia.

Cenamos............................................................................................, sí.

Bebimos............................................................................................., también.

Dormimos.........................................................................................., la mona.

Y a la mañana siguiente, zafarrancho de combate que nos vamos a Downtown a recoger al tío Chus, que se había metido en un avión con la Nochevieja en todo lo alto.
Ni cortos, ni perezosos, cogimos dos bicis para aprovechar el día y darle a la tita Sandra la vuelta de rigor por Stanley Park, mientras Toño acortaba desde Yaletown hasta English Bay, la playa en la que habíamos quedado y donde todos los años celebran el primer día de enero bañándose, BAJO CERO!!! Lo llaman la Polar Bear y, con razón. El lago del parque estaba congelado. La bahía donde atracan los barcos, también.
El recorrido alrededor de Stanley Park cubierto por carámbanos. Ni dando pedales había forma de entrar en calor, aunque la verdad es que no había manera de calentarse porque cada 5 pedaladas había que parar a echar la foto.
El caso es que nos encontramos con Toño y las niñas al pie del Inuksuk, con Carmen amotinada porque QUERÍA BAÑARSE como el resto de locos, muchos locos, que se estaban metiendo en el agua. Y luego fue todo el camino protestando porque tenía frío en las manos. Como tiene la cabeza... de hormigón armado. Después la tita se fue con las niñas para casa y nosotros nos fuimos al aeropuerto a por el tío, que llegó a su hora, aunque el atasco en el control de pasaportes le retuvo casi una hora dentro. Dos skytrain y una autobus después nos presentamos en casa y las niñas pudieron abrazar e incordiar a otro tío.
¡FELIZ AÑO NUEVO!Cienes y cienes de locos entrando al agua

New Year's Eve