Esto de la mudanza, el descoloque y no tener Internet en casa nos ha tenido un tanto "perdidos". Vamos que no nos daba la vida para contaros nuestras andanzas canadienses.
El caso es que al día siguiente de instalarnos en PoCo fuimos directos al cole de las niñas. Tras el episodio de la mochila extraviada, los papeles habían llegado a su destino y el colegio nos esperaba, a tan sólo 100 metros de distancia de nuestra casa!! Ni en nuestros mejores sueños.
Nada más entrar por la puerta y acceder a la oficina, allí estaba la directora, Ms. Tambellini, que nos recibió con efusividad, palabras alentadoras y cumplidos para las niñas: que suerte teneros aquí, que guapas sois, y varios "awesome", una palabra que les gusta mucho repetir, algo así como fantástico, estupendo!
La inscripción fue cuestión de 5 minutos, porque la central ya les había enviado todos los datos. Nos dieron una lista de cosas que debían comprar cada una, todo material, nada de libros, los libros los trabajan en clase y funcionan con fichas y fotocopias. Eso sí, ya pueden gastar material porque cada una tiene que llevar 30 lapices!!, 30, 15 carpetas, unas 12 libretas (que hay que hacer un master para saber el tipo de libretas), más rotuladores, ceras y ese tipo de cosas.
Nos explicaron que el primer día iba a ser el martes 7 de septiembre, pero tan sólo una hora, para enseñarnos como funciona y conocer al nuevo alumnado. Y a partir del miércoles 8, ya sería jornada completa: de 8.40 a 2.45h.
Preguntamos si podíamos ver las instalaciones y nos dijeron: "of course". Así que iniciamos nuestro particular tour por el cole. Primero vimos el gimnasio, el típico gimnasio-cancha de baloncesto con brillante parquet de madera. Después una sala multiusos y ya nos adentramos por los pasillos para ver las clases. Nada que ver con las españolas. A la entrada de cada una hay como un pequeño pasillo en el que tienen sus casilleros para abrigos y zapatos (luego os lo cuento). Dentro del aula hay pizarras en las cuatro esquinas, juguetes y zonas de juego, y un sillón en el que la profesora (y digo profesora porque no he visto a ningún hombre) se sienta a hablar al alumnado o les lee cosas.
En el piso de arriba está la biblioteca, bastante más grande que la del insti de Corella, una sala de ordenadores, una de música, varias aulas más, la zona de guardería y una sección especial para aborígenes. Procuran cuidar la cultura aborigen, la de los "First Nation" o primeros pobladores de Canadá que hace años condenaron a las "reservas indias" y ahora tratan de recuperar y fomentar su cultura entre ellos mismos.
El caso es que nos fuimos los cuatro encantados con la instalación. Fuera tienen varios patios, un campo de fútbol y un parque infantil.
Ahora había que descifrar la lista de material que había que comprar. Menos mal que tenemos a Liesa, nuestra casera, que además es maestra de Primaria y sabía perfectamente de lo que le estábamos hablando: duo tang covers, Qué? Exercise book 72pg, 1/2 interlined, 1/2 plain; lo mismo pero "plain", y lo mismo "ruled". Vamos, libretas de varias clases pero ninguna parecida a las que solemos utilizar en España. Ahora había que encontrar el sitio apropiado para comprar todo sin dejarnos otro riñón por el camino.
La lista de "supplies" tenía una nota final que también necesitamos que nos la tradujese, no porque no entendiésemos lo que decía en inglés, sino porque no entendíamos lo que quería decir.
Pedían "indoor shoes", esto quiere decir que las niñas deben dejar en su clase unas zapatillas o zapatos para llevar dentro del colegio, es la forma de mantener todo más limpio. Y lo entiendo, porque los dos días que ha llovido desde que llegamos a Canadá, ha llovido como todo un año en Corella, te empapas en dos minutos y el chapapote que se puede formar en el cole debe ser impresionante. Así que las niñas se cambiarán de calzado cada vez que lleguen a su clase.
Ahora os dejo porque hay que organizar la estrategia para comprar el material.
Stay tuned!
Ay que buena pintaaaa y que ganas de ir a buscarlas al cole! Yo quiero ese gimnasio!
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